Ir al contenido principal

[Análisis] Hollow Knight

No tenemos perdón. Llevamos un montón de tiempo diciendo que amamos los indies, que ojalá muchos triple A fueran como la mayoría de los indies, que si Dead Cells esto, que si McMillen aquello... y ni caso al que seguramente sea el mejor indie (y de los mejores juegos) de los últimos años. Bueno, pues ha llegado la hora de arreglarlo. Análisis de Hollow Knight. Porque ya era hora. Y por lo de aprovechar que acaba de salir la nueva expansión y tal.


Somos un pequeño bicho de máscara blanca y aguijón a la espalda, recién llegado a la antaño bulliciosa ciudad de Hallownest, hoy devorada por la oscuridad y la melancolía. Nuestro papel en todo este tinglado es bastante claro... ¿no?

Soy poco amigo de hacer la típica comparación de 'es el Dark Souls de...', pero en este caso es casi obligado: desde la narrativa a ciertos elementos jugables recuerdan a la saga de FromSoftware, empezando por el hecho de que al morir perderemos todo el geo (la moneda local) que llevemos encima, y deberemos volver a recuperarlo, previa pelea contra nuestra alma oscura porque hasta tú te odias en este mundo.

Y volver hasta allí no será fácil, porque aquí viene una de las cosas que más odiaréis y adoraréis de Hollow Knight: no hay mapa. No de primeras, al menos. Al entrar a una zona nueva, iremos a ciegas, tirando de suerte y buena memoria para avanzar hasta encontrar a Cornifer, un insecto cartógrafo la mar de apañao que nos dará su mapa de la zona por una módica suma. Pero aquí no acaba la broma: el mapa de Cornifer sólo contiene un bosquejo de las zonas que él haya podido visitar, y para poder actualizarlo mientras recorremos la zona, necesitaremos una pluma que vende la mujer de Cornifer en Bocasucia, nuestro "campamento base". ¿Y para poder vernos en el mapa? Amuleto de brújula al canto, no sin antes soltar un buen puñado de geo, claro. A Hallownest no la destrozó una infección: fueron los micropagos del sacacuartos este.

Doce cascabeles lleva mi ciervo volante...

Y hablando de amuletos, éstos nos ayudarán a mejorar a nuestro pequeño amigo insectil con características pasivas. Los encontraremos en ciertas tiendas, o escondidos en alguno de los vastísimos escenarios que componen Hallownest, y cuyo conjunto es de los mejores mapas metroidvania que he probado. Estos amuletos ocuparán ciertos espacios, de modo que tendremos que elegir muy bien qué combinación llevar; y si nos va la marcha, podemos forzar una sobrecarga, esto es, embutir un amuleto que ocupa múltiples huecos en menos de los que debería estar. Eso sí, recibiremos el doble de daño enemigo.

Y creedme, no querréis que vuestros adversarios lleven ventaja. Porque no hay ni uno solo que no pueda darte un disgusto. ¡Si hay mímicos, incluso! Por no hablar de los jefes, que aunque parezcan sencillos no lo son. Y hablo por experiencia: comenté con un amigo que cierto youtuber era un manco que no era capaz de matar a Los Señores de las Mantis porque no se fijaba en ciertas mecánicas; bien, una tarde entera para pasármelos. ¿Qué nos enseña esto? No seáis unos bocas, niños (aunque mantengo que el youtuber en cuestión es una miaja manco). Además, algunos de estos jefes tendrán versión onírica (una dinámica agregada en una de sus cuatro expansiones), pudiendo repetir el enfrentamiento en una versión más complicada y, de paso, conocer algo de su historia.

'What kind of Havel is this?'

Precisamente el cómo cuenta la historia es otro de los puntos en común con la saga Souls: nada de diálogos expositivos o cinemáticas con mojo. Aquí el lore te lo curras tú, a golpe de diálogo con cada NPC que te cruces, buscando las tablillas ocultas por los escenarios, o simplemente fijándote en cuanto (y cuantos) te rodean. Cada zona tiene su lógica interna, su por qué, su intrahistoria: y es una maravilla.

A ello ayuda un apartado visual dibujado a mano con el que se te caerá la baba a menos que estés muerto por dentro, con unos diseños entre lo achuchable y lo melancólico-espeluznante que da gloria verlos. Y si le unimos una de las mejores bandas sonoras que ha parido la industria, para qué queremos más. Banda sonora que, tras su nuevo DLC (el cuarto, y gratuito como sus predecesores), alcanza cotas dignas de paj*se lo llevan*.

Aquí normalmente va el banner. Pero hoy toca cochinilla sexy porque no quiero ser el único con ese trauma.

¿Sabéis lo único que no me convence? El precio. ¿Quince eurazos por semejante joya? Es casi un atraco a los creadores. Porque todo lo que se pague por esta joya es poco. AY MI MADRE, EL BICHO.

Comentarios

Entradas populares de este blog

[Análisis] The Binding of Isaac: Four Souls

Hace unas pocas semanas os comentamos por aquí cómo habíamos participado en el Kickstarter de The Binding of Isaac: Four Souls y que tras unos meses de espera nos acababa de llegar. Como mostrábamos en el unboxing , la edición no tiene desperdicio, pero lo que todavía nos quedaba por ver era cómo se jugaba. ¿En qué consiste? De primeras, para aquellos más familiarizados con los juegos de cartas, Four Souls podría encajar en la categoría de juegos como el Munchkin . Tiene unas mecánicas parecidas pero con diferencias notables que le dan un toque novedoso más allá de la ambientación de Binding of Isaac . El ganador es el primer jugador en conseguir cuatro almas (de ahí el nombre), y dichas almas se consiguen acabando con ciertos monstruos, para lo cual tendremos que ayudarnos de los objetos que vayamos consiguiendo, y teniendo en cuenta en todo caso a los compañeros, que pueden ayudarnos o todo lo contrario. Hay que decir que la primera partida, como en todos los juegos, res

[Análisis] South Park: Retaguardia en Peligro

Ubisoft, poco a poco, ha ido librándose de la fama (¿merecida?) de vendedora de humo y juegos inacabados o por pulir. 2014, con Watch Dogs y Assassin's Creed Unity (aka 'MI CARA, MI HERMOSA CARA'), no es que contribuyera a disminuir esa fama; aunque, seamos honestos, ese mismo año vieron la luz joyazas como Valiant Hearts o Child of Light , ambas de filiales suyas. También contribuyó, si bien "sólo" como productora y distribuidora, a esa maravilla del rol y el mal gusto que es La Vara de la Verdad . Ya con Obsidian fuera de la ecuación, y la filial de San Francisco como sustituta, Ubi sacó adelante Retaguardia en Peligro ... publicado con un año de retraso. No todo iba a ser perfecto. Sir Gilipollas, ahora rey del KKK, se encuentra defendiendo su castillo de los moriscos con ayuda de la alianza entre elfos y humanos lograda en su anterior aventura. Es entonces cuando aparece El Mapache, un enmascarado del futuro (cuya papada recuerda sospechosamente a

Rocket League se actualiza (una vez más)

Ya he hablado anteriormente de ese gran juego llamado Rocket League , convertido en eSport de referencia por méritos propios. Puede gustar más o menos, eso es evidente, pero lo que está fuera de toda discusión es el buen hacer de Psyonix. Si ya nos sorprenden regularmente con nuevos contenidos en cada parche que sacan, las actualizaciones de final de temporada vienen mucho más fuertes. En este caso, despedimos a la temporada 5 con las recompensas correspondientes al nivel alcanzado en el modo competitivo (considero todo un logro haber llegado a un mediocre oro a pesar de todas las horas de juego) y damos la bienvenida a la sexta con una nueva ronda de clasificación para posicionar a los jugadores. Pero vamos a lo importante, los contenidos. Para empezar, un escenario completamente nuevo y bien bonito basado en el típico pueblo rural americano. Actualizaciones en escenarios antiguos con nuevas condiciones meteorológicas. Arenas accesibles en otros modos de juego (esto es impo