Ir al contenido principal

[Análisis] Prey

Arkane Studios es uno de los estudios interesantes para seguir por sus originales juegos. Entre ellos tenemos la saga Dishonored, de la cual os analizamos aquí su 2ª entrega, o Prey, que hoy os analizamos. Decidí hacerme con el Arkane Collection ya que, por un precio muy jugoso, tenía la saga completa de Dishonored (incluido La Muerte del Forastero) y Prey.

Prey nos pone en la piel de Morgan Yu, el/la investigador de TranStar a bordo de la estación espacial Talos I en el año 2032. Morgan va a realizar una serie de pruebas antes de marcharse a la estación, ocurre un contratiempo y queda sedada (podemos elegir nada más empezar si nuestro personaje es hombre o mujer pero, mas allá de nuestro aspecto físico no cambia nada la decisión; puesto que mi partida fue con una mujer, me referiré al personaje como tal durante el análisis). Al despertar descubrimos que estamos en una simulación dentro de la estación, que a saber cuantas veces ha ocurrido y hemos repetido, y vemos como la Talos I ha sufrido un ataque y estamos solos en ella. 

January, un operador virtual programado por la propia Morgan, se pone en contacto con nosotros, y descubrimos que estamos en realidad en el año 2035. ¿Qué ha pasado durante todo este tiempo? ¿Que son los organismos Tifón que han atacado la estación? 

Con esta serie de preguntas en la mente y sin mucha más guía que January y las notas que vamos encontrando en ordenadores o papeles, nos adentramos en la Talos I. 

Lo primero que resalta en Prey es el control de Morgan. Estamos ante un shooter, pero no un shooter al uso. Para mí, la comparación más fácil es la de Bioshock, y concretamente la del primero: el juego es tosco, tiene un control bastante duro para un juego que se lanzó al mercado en 2017. Una vez nos acostumbramos se juega más o menos bien, pero cuesta bastante hacerse y tendremos más de una y de dos sorpresas y fallos a lo largo de la aventura. 

¿Literal lo de Bioshock?

Morgan tiene acceso a diferentes armas que irá encontrando en su aventura, que dependerán en gran parte de nuestra ansia por la investigación del entorno. Algunas no se pueden perder, pero otras muchas sí. Por otro lado tenemos el sistema de neuromods, que es uno de los puntos más originales del título. 

Los neuromods son una especie de chips que se han ido desarrollando en la estación Talos I y que confieren a nuestra protagonista una serie de habilidades. Durante la aventura encontraremos neuromods que podremos gastar (o no) en las diferentes ramas de habilidades:

Tenemos habilidades humanas y habilidades tifón y, dentro de cada una de ellas, 3 ramas diferentes. Las habilidades humanas nos dan mejoras de salud, velocidad, facilidad en el hackeo de ordenadores o mejoras de fuerza, por ejemplo. Dentro de las ramas tifón tendremos cosas sobrehumanas, como mimetismo o campos de fuerza. Estas, a priori son más vistosas, pero tienen su contrapartida: los sistemas de defensa de la estación espacial nos identificarán como enemigos desde el primer momento en que activemos una de estas habilidades, con el consiguiente aumento de dificultad. Otra opción es no activar ninguna habilidad, como ya pudimos ver en Dishonored

Y a todo esto, ¿ qué son los Tifón? Los organismos Tifón son los causantes, o en su mayor parte, de todo el embrollo en el que estamos metidos. Se trata de un tipo de organismo extraterrestre que se ha mantenido en la Talos I para su estudio. El objetivo era obtener habilidades de estos para mejorar las capacidades humanas. Al escapar, desencadenan los hechos narrados en Prey

Existen diferentes tipos de Tifón, desde los mímicos que encontramos desde los compases iniciales a los más peligrosos, como la Pesadilla o los telépatas. Y la verdadera dificultad del juego viene con estos organismos, y la forma en que decidamos enfrentar cada situación contra ellos. 

Prey está orientado a que cada combate sea un desafío. Siempre empezaremos los enfrentamientos en desventaja, por lo que deberemos pasar en sigilo, evitando el combate, o buscarles las vueltas a los Tifón, ya sea distrayéndolos, atacándoles por la espalda, paralizándolos, usando el entorno, etc. El juego nos ofrece gran cantidad de rutas y opciones, dependerá de nosotros cual será la mejor forma de combatir. 

Otro componente importante de Prey es la exploración. La Talos I es inmensa, y tiene gran cantidad de recovecos y puertas cerradas. Algunas se abren con llaves o contraseñas, otras pueden sortearse con sistemas de ventilación, abriendo una brecha, etc. Depende de nosotros cuanto queremos detenernos y buscar. Como ya comenté antes hay armas ocultas, pero también información, equipo, consumibles o nuevos neuromods. 

Encontrar una reciladora y poder convertir la basura en recursos nos dará un subidón

El juego en sí tiene una duración bastante correcta, unas 15 horas aproximadamente, pero entre la exploración y las misiones secundarias puede aumentar de forma considerable. Hay misiones bastante cansinas, y hay zonas verdaderamente complejas de superar. Al final de la aventura yo ya estaba bastante quemado, y quería que el juego se terminara, y mira que es interesante. Por supuesto esto me ha pasado a mí, mucha otra gente le encantará este punto. Eso no quiere decir que no me guste explorar o buscar cosas, ya que en otros juegos me encanta y el título me llama a ello, pero en Prey ha sido lo contrario. 

Y ojo, también tenemos el exterior de la Talos I. En determinados puntos de la historia podremos salir y hacer pequeños viajes espaciales, los cuales pondrán a prueba nuestra paciencia. El control es complejo, y si ya cuesta enfrentar a los Tifón en el interior de la nave, en gravedad cero ya es otro nivel. No se si quisieron hacer una copia a las zonas de gravedad cero de Dead Space, pero es que son realmente horribles. 

Prey es un gran título. Tiene mecánicas interesantes, una duración más que correcta, una buena historia y la posibilidad de rejugarlo. Sus mayores problemas son un control bastante tosco en muchas de sus partes tendremos que dar vueltas como tontos buscando la solución. Es muy recomendable, pero hay que saber a que atenerse. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

[Análisis] The Binding of Isaac: Four Souls

Hace unas pocas semanas os comentamos por aquí cómo habíamos participado en el Kickstarter de The Binding of Isaac: Four Souls y que tras unos meses de espera nos acababa de llegar. Como mostrábamos en el unboxing , la edición no tiene desperdicio, pero lo que todavía nos quedaba por ver era cómo se jugaba. ¿En qué consiste? De primeras, para aquellos más familiarizados con los juegos de cartas, Four Souls podría encajar en la categoría de juegos como el Munchkin . Tiene unas mecánicas parecidas pero con diferencias notables que le dan un toque novedoso más allá de la ambientación de Binding of Isaac . El ganador es el primer jugador en conseguir cuatro almas (de ahí el nombre), y dichas almas se consiguen acabando con ciertos monstruos, para lo cual tendremos que ayudarnos de los objetos que vayamos consiguiendo, y teniendo en cuenta en todo caso a los compañeros, que pueden ayudarnos o todo lo contrario. Hay que decir que la primera partida, como en todos los juegos, res

[Análisis] South Park: Retaguardia en Peligro

Ubisoft, poco a poco, ha ido librándose de la fama (¿merecida?) de vendedora de humo y juegos inacabados o por pulir. 2014, con Watch Dogs y Assassin's Creed Unity (aka 'MI CARA, MI HERMOSA CARA'), no es que contribuyera a disminuir esa fama; aunque, seamos honestos, ese mismo año vieron la luz joyazas como Valiant Hearts o Child of Light , ambas de filiales suyas. También contribuyó, si bien "sólo" como productora y distribuidora, a esa maravilla del rol y el mal gusto que es La Vara de la Verdad . Ya con Obsidian fuera de la ecuación, y la filial de San Francisco como sustituta, Ubi sacó adelante Retaguardia en Peligro ... publicado con un año de retraso. No todo iba a ser perfecto. Sir Gilipollas, ahora rey del KKK, se encuentra defendiendo su castillo de los moriscos con ayuda de la alianza entre elfos y humanos lograda en su anterior aventura. Es entonces cuando aparece El Mapache, un enmascarado del futuro (cuya papada recuerda sospechosamente a

Rocket League se actualiza (una vez más)

Ya he hablado anteriormente de ese gran juego llamado Rocket League , convertido en eSport de referencia por méritos propios. Puede gustar más o menos, eso es evidente, pero lo que está fuera de toda discusión es el buen hacer de Psyonix. Si ya nos sorprenden regularmente con nuevos contenidos en cada parche que sacan, las actualizaciones de final de temporada vienen mucho más fuertes. En este caso, despedimos a la temporada 5 con las recompensas correspondientes al nivel alcanzado en el modo competitivo (considero todo un logro haber llegado a un mediocre oro a pesar de todas las horas de juego) y damos la bienvenida a la sexta con una nueva ronda de clasificación para posicionar a los jugadores. Pero vamos a lo importante, los contenidos. Para empezar, un escenario completamente nuevo y bien bonito basado en el típico pueblo rural americano. Actualizaciones en escenarios antiguos con nuevas condiciones meteorológicas. Arenas accesibles en otros modos de juego (esto es impo