Pues ya tenemos Switch Pro, la que queríais, la que esperabais, el necesario rediseño de una consola que ya nació con hardware inferior al óptimo para su época. Ah no, esperad, que estamos hablando de Nintendo. Más aún, estamos hablando de la Nueva Nintendo, la que se ríe de sus usuarios y desprecia, más si cabe, los mecanismos más básicos de la razón. Y es que, ya lo veis, la Nintendo Switch Olé, u OLED, o como queramos referirnos a ella es lo que nos ha arrojado la gran N como si de gusanitos a unos hambrientos patos se tratase. Supongo que esperaban la misma reacción de sus usuarios que de las citadas aves y, de momento, se han llevado un chasco. Bien es cierto que el usuario promedio de la casa del fontanero (entre los que nos incluimos, claro está) ha tendido a aceptar cualquier cosa, yendo esa misma tarde a la tienda a reservar el nuevo producto, por mucho que apestase desde lejos. Pero es posible que se esté acabando hasta esa magia por culpa del ...