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[Análisis] Super Mario Bros. 35

El 35 aniversario de Super Mario ha sido un poco... accidentado. Es cierto que una pandemia global no ayuda a que las fechas importantes se celebren como estaba planeado pero no podemos obviar el hecho de que Nintendo ha hecho un poco... lo que ha querido, lo que hace siempre, tomar decisiones un tanto incomprensibles.


¿Y por qué decimos que son decisiones incomprensibles? Pues porque queda una semana para que este juego, gratuito, desaparezca para siempre, a pesar del éxito que ha tenido. Super Mario Bros. 35 es el homenaje más inspirado que podía darnos la gran N. En un momento en el que los battle royale parecen surgir como setas, Nintendo nos presenta uno que no nos veíamos venir, ambientado en el primer Super Mario Bros, de NES y que nos engancha como pocos juegos.

Ya habían probado antes un concepto similar cuando encargaron Tetris 99 como añadido para los suscriptores de Nintendo Switch Online, adaptando un juego clásico al más moderno de los multijugadores, pero en esta pequeña pieza de Mario se lucieron.

El juego, básicamente, consiste en aguantar vivo el mayor tiempo posible mientras avanzamos en niveles que más o menos nos suenan, sin morir y sin que se nos acabe el tiempo. La vuelta de tuerca consiste en que nos enfrentamos a otros 34 jugadores que tratan de hacer lo mismo, en una suerte de rey de la colina en diferido. Como en el caso del Tetris 99 cada uno seremos dueño de nuestra propia partida, sin ver al resto de jugadores dentro de nuestro "mundo".

Pero, de nuevo, como en Tetris 99, podremos afectar a las partidas del resto, así como sufrir sus ataques, cada vez que derrotemos un enemigo. Y esto es así porque ese enemigo, sea el que sea, del que nos deshagamos, será enviado al rival que elijamos y pasará a engrosar sus peligros. Sí, podremos enviar un Bowser, o decenas, a molestar a nuestros compañeros.

Pero este no es el único beneficio que obtendremos por derrotar enemigos ya que también nos darán segundos extra, con lo que ser el blanco de varios rivales al mismo tiempo no tiene por qué ser algo malo. Rápidamente podremos hacernos con una buena dosis de segundos extra para sobrevivir más tiempo que los demás. El perfecto equilibrio entre riesgo y beneficio.

¿Y las monedas? Porque si hay algo característico del fontanero es su afán por recolectar monedas. Pues serán el premio que se llevará el último en pie. Quién nos derrote se quedará con nuestro saco de monedas y, por tanto, el último jugador revienta la banca. Dentro de una partida esas monedas nos permitirán comprar un beneficio al azar de entre los power ups clásicos, así que es buena idea usarlas. Antes de unirnos a una nueva batalla podrán potenciarnos para que empecemos con algo más que Mario pequeño.

Antes de empezar podremos seleccionar con qué nivel queremos empezar, de entre los que tengamos desbloqueados, y se seleccionará uno al azar entre todos los elegidos por los jugadores. La selección de rivales no se hará en base a nuestro nivel, si no que será genérica entre todos los que quieran jugar en ese momento, con lo que ganar una partida se ha vuelto cada vez más complicado.

Artísticamente no defrauda ni sorprende, un Mario clásico en todo. Funciona muy bien, con un pulido control y un pique que siempre nos llevará a querer otra rondita más. Dispone de varios modos de juego pero en esencia es el battle royal general, y un recorrido marcado por Nintendo, cada cierto tiempo, sobre las mismas pantallas, empezando por una de ellas al azar. cada cierto tiempo marcan eventos especiales sobre este segundo modo de juego.

¿Merece la pena? Pues si tenéis Nintendo Switch Online aprovechad para jugarlo porque seguro que os sorprende y os divierte. Y probablemente también os enfade su limitación temporal. Super Mario Bros. 35 tiene potencial para ser un juego instalado, de aquí en adelante, en todas las Nintendo Switch que existan, por desgracia han decidido que no sea así (al menos de momento). Por lo demás, claro, merece la pena, tiene un claro Recomendado por nuestra parte y ójala más experimentos con esta inventiva.


Y recordad, este juego se autodestruirá en 7 días.

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