'Metroidvania', 'difícil' y 'opresivo' son adjetivos que nos encanta oír asociados a videojuegos. Mundos llenos de caminos secundarios que nos obligan a volver a pasar por sitios ya visitados, plagados de enemigos que se mueren por vernos morir... Y el juego que nos ocupa, Blasphemous, promete todo eso y más. Y después de probar la demo, no podemos esperar a tenerlo en nuestras manos.
En esta prueba jugable, de unos cuarenta minutos, más o menos (dependerá de la pericia del jugador, claro), empezaremos junto a un altar que hará las veces de punto de guardado y de descanso. En cuanto salgamos, pondremos a prueba el sistema de combate. Y ya os decimos que el personaje es tosco. Ojo, no lo consideramos algo malo, pero sí peculiar: en el gameplay visto durante el pasado E3, el Penitente parecía bastante ágil, pero con el mando en la mano, si bien su agilidad está ahí, parece bastante limitada. La esquiva tiene un breve lapso de tiempo de reutilización, los combos son cortos y también tienen algo de enfriamiento... para entendernos, es como si gastaran una estamina que no hay al ejecutarlos. Entendemos que es una forma de conseguir que el personaje no esté muy roto desde el principio.
Lo que sí que nos ha quedado claro es que será un mundo laberíntico y desafiante, y que hasta el más tonto nos dará algún susto (mis dieces a los nazarementores, que no se llaman así, pero a quién le importa). Resulta muy gratificante, además, que cada cierto tiempo un enemigo se quede como atontado, pudiendo realizar una ejecución tan salvaje como vistosa (fatality por cirial). Tampoco será raro encontrar atajos entre zonas, aunque para llegar a activarlos hay que currárselo, o muros falsos que esconden secretillos y zonas ocultas con jugosas recompensas (vía bronca en una baldosa). Por no hablar de los jefes, que a juzgar por el que cierra la demo, nos harán sudar sangre.
En lo audiovisual, poco que comentar, ya que no hay más que verlo para reconocer el currazo de la gente de The Games Kitchen. De la banda sonora, eso sí, poco podemos decir, ya que en esta demo está prácticamente desaparecida.
Hoy mismo, 10 de septiembre, ha salido a la venta este Dark Souls: Now in Triana. El precio es de 25 euros (en Steam está algo más rebajado hasta el 17 de este mismo mes, lo podéis comprar por menos de 23), y por lo poco que hemos catado, puede que los valga.
Lo que sí que nos ha quedado claro es que será un mundo laberíntico y desafiante, y que hasta el más tonto nos dará algún susto (mis dieces a los nazarementores, que no se llaman así, pero a quién le importa). Resulta muy gratificante, además, que cada cierto tiempo un enemigo se quede como atontado, pudiendo realizar una ejecución tan salvaje como vistosa (fatality por cirial). Tampoco será raro encontrar atajos entre zonas, aunque para llegar a activarlos hay que currárselo, o muros falsos que esconden secretillos y zonas ocultas con jugosas recompensas (vía bronca en una baldosa). Por no hablar de los jefes, que a juzgar por el que cierra la demo, nos harán sudar sangre.
Bloodborne me enseñó a no fiarme de los vejetes sentados. |
En lo audiovisual, poco que comentar, ya que no hay más que verlo para reconocer el currazo de la gente de The Games Kitchen. De la banda sonora, eso sí, poco podemos decir, ya que en esta demo está prácticamente desaparecida.
Hoy mismo, 10 de septiembre, ha salido a la venta este Dark Souls: Now in Triana. El precio es de 25 euros (en Steam está algo más rebajado hasta el 17 de este mismo mes, lo podéis comprar por menos de 23), y por lo poco que hemos catado, puede que los valga.
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