Thunder Lotus Games es de esas compañías que adoramos porque adoran los videojuegos. Su estética colorista dibujada a mano es ya una seña de identidad inequívoca, y dota a sus trabajos de un algo artístico y mágico que uno no sabe muy bien cómo explicar. Jotun nos encantó por el enorme desafío que suponía derrotar a los gigantes, y por unos escenarios donde da gusto perderse; Sundered (no hay análisis aún, pero llegará) fue su incursión en los metroidvania, y era una maravilla, pese a abusar del grindeo obligado en ciertos puntos. Y tras verlo en la conferencia de Microsoft del E3 2019, ahora, gracias el Festival de Juegos de Steam (ni caso a las fechas, Steam está borracho: empezó este martes 16), al fin hemos podido probar un poco de Spiritfarer, juego de gestión en el que somos la versión furry de Caronte.
Somos Stella, capitana del ferry que lleva a los fallecidos al Más Allá, y nuestra labor será darles apoyo y procurar que sus necesidades en su último queden cubiertas. En la demo, deberemos construir un cuarto para nuestra nueva pasajera y ayudarla a encontrar un recuerdo familiar. Y si nos centráramos sólo en ello, nos duraría la cosa un suspiro, pero hay mucho, mucho más.
Aunque la demo es breve (unos tres cuartos de hora me ha durado, haciendo prácticamente de todo), y como deja entrever la imagen superior, se deja entrever que la clave de todo será la gestión, no sólo de recursos (se puede cocinar, cultivar y pescar, habrá que construir camarotes y, con ello, ampliar el barco, y todo apunta a que habrá crafteo de ciertas cosas), sino también de emociones: los pasajeros nos darán encargos de mayor o menor calado (una cierva nos da semillas de maíz, un sapo nos enseña a recoger giles, a pescar y a cocinar), y en función de si los llevamos a cabo o no su estado de ánimo variará. Resulta complicado saber cuánto influirá esto en el juego final, pero no parece que sea muy secundario.
Como decía, podremos construir y cocinar, y estos dos elementos se explotan en la demo de formas tan curiosas como distintas. Por un lado, lo de construir no se limita a lo horizontal, sino que podremos, con un sistema sencillo y muy cómodo, encajar edificios en vertical como si de un Tetris urbanístico se tratara, y/o mover los bloques ya existentes para hacer sitio a lo nuevo. Habrá que ver cómo evoluciona la cosa cuando se acumulen salas y salas.
En cuanto al cocinado, no podría ser más básico: tienes un horno, y un relojillo en la pared. Metes x alimento en el horno (pescado, nabos, maíz), y el reloj te marca cuánto tardará; si no eres TONTÍSIMO como yo, verás que en este caso son platos de cocción breve, y estarás al tanto. En caso contrario, se te ahumará medio barco y tendrás carbón con aroma a arenque.
En cuanto a gráficos y banda sonora, poco qué decir, el tráiler habla por sí solo. Una maravilla.
La demo de Spiritfarer nos ha sabido a muy poco, y estamos deseando echarle el guante en cuanto salga, porque pinta a ser tan atrapante como entretenido y emotivo. Por cierto, el juego tendrá cooperativo entre Stella y el gatete.
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