Kingdom Hearts es una saga que se caracteriza por haber pasado por multitud de plataformas. De hecho esta es una de las críticas más importantes que tiene la franquicia, a pesar de que ahora se pueden "jugar" (casi) todas las entregas en PS4 con el recopilatorio The Story So Far y el lanzamiento de Kingdom Hearts 3.
Pero la entrega de la que vamos a hablar hoy es una de esas que llegaron a una portátil, de las de Nintendo además. Y es que Dreams Drop Distance quiso jugar con su nombre y el de la plataforma para la que fue concebida, Nintendo 3DS, siendo conocido como Kingdom Hearts 3D.
La historia nos recoge justo donde nos había dejado Re: Coded. Sora y Riku han sido citados para superar el examen que les permita obtener la Marca de Maestría (sí, ahora hasta para llevar una llave espada te exigen un máster) y en esto es en lo que se centra la entrega de 3DS. Naturalmente, no pasará mucho tiempo antes de que todo se tuerza y lo que tenía que ser un simple examen se convierte en algo más.
¿Es importante la historia de este título "menor"? Pues como en todos los Kingdom Hearts anteriores, sí, tiene una serie de conceptos que resultan indispensables a la hora de seguir la metahistoria completa de la saga. No quiero entrar en spoilers pero Square Enix lo enmarcó como el que nos dejaba justo a las puertas del inicio de Kingdom Hearts 3 y, en cuanto a la historia de Sora y Riku, así es.
Una de las peculiaridades de esta entrega es que manejaremos a varios personajes distintos, algo que ya ocurrió en Birth by Sleep, pero en esta ocasión no será a voluntad nuestra sino que nos veremos obligados a ir alternando entre Sora y Riku cada cierto tiempo debido al proceso de somnolencia o "drop" al que nos veremos sometidos.
Cada vez que nos quedemos dormidos, algo que puede ocurrir incluso en mitad de una batalla contra un jefe (lo que es horrible porque al volver habrá recuperado toda su vida), podremos activar una serie de mejoras para el siguiente run del otro personaje (mejoras de fuerza, defensa, etc...), que nos ayudarán a avanzar. Un sistema raro, que no termina de convencer realmente y que sólo servirá para ralentizar nuestro avance en la historia cuando veamos que nos estamos quedando sin tiempo.
Otro de los cambios importantes de este juego es la incorporación de los poké... lucientes, una representación amigable de las pesadillas (los "sincorazón" del mundo de los sueños) que nos seguirán, ayudarán, lucharán y subirán de nivel a medida que pasen tiempo con nosotros. ¿No os recuerda vagamente a algo?
Además de ayudarnos en las batallas, al acompañarnos nos proporcionarán una serie de mejoras pasivas que convertirán a nuestros héroes en auténticos tanques o incansables luchadores. Podremos llevar hasta 3 de estas criaturas simultáneamente y "hacerse con todas puede ser una ardua tarea, sobre todo si queremos obtener todo su árbol de habilidades. ¡Incluso tendremos un coliseo donde hacerlos luchar contra otros! ¡Y podremos acariciarlos y utilizarlos en algunos minijuegos! ...
Por último, introduce cambios en el movimiento al incorporar el 'flow-motion' en nuestro movimiento por los mundos y el 'dive' para zambullirnos en los mismos. El 'flow-motion' son una serie de movimientos de parkourt a lo bestia que harán que ninguna pared se nos resista, dotando de espectacularidad a los desplazamientos (aunque en seguida se nos hará aburrido) y que nos permiten, también, atacar a los enemigos con potentes golpes.
Por su parte el 'dive' es la forma en la que entraremos en los mundos, con un minijuego de caída que tendremos que completar, con nota, para poder continuar nuestras tareas. Estos dos nuevos conceptos se han conservado, de alguna manera, en los siguientes títulos de la franquicia, muy a mi pesar.
En nuestro periplo recorreremos un total de 7 mundos, 4 de ellos completamente nuevos y los otros 3 ya conocidos para los que llevamos más tiempo en esto de los corazones. Cada uno de ellos tendrá cierta personalidad y no serán exactamente iguales para ambos personajes, pero esto no deja de ser un Kingdom Hearts, y sabemos a lo que venimos.
La duración del título ronda las 30 horas y, aunque al principio se hacen un poco arduas, sobre todo por la forma que tiene de transmitirnos la historia, al final no será un mal juego, aunque, eso si, es de los menos accesibles para lo que no estén duchos en la saga porque los sucesos que ocurren en el mismo están ya demasiado cerca del final. Merece la pena recuperarlo en uno de esos recopilatorios (el 2.8 o el The Story So Far) pero con la mentalidad de que, para entenderlo del todo, necesitamos mucho background.
En definitiva, no es un mal juego, pero tampoco un imprescindible. Un hito tecnológico para una portátil pero que se juega mejor en sobremesa aunque nos perdamos ese contenido tridimensional que, teóricamente, nos proporcionaba la 3DS.
Estas reflexiones se convertirán en la tónica habitual en lo que nos queda por comentar de la saga. Square Enix no ha sabido muy bien cómo mejorar los títulos pero tampoco ha dejado de añadir cambios que, muchas veces, más que ayudar, han enturbiado la experiencia. Si os pica la curiosidad con este Dreams Drop Distance he subido todo mi periplo, cuando lo he rejugado, a esta lista de Youtube, aunque no soy un speed runner, ya os lo aviso.
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