En este blog ya hemos hablado más de una y de dos veces de las virtudes de Nintendo Switch. Una de ellas es, sin duda, su amplio catálogo en cuanto a juegos multiplataforma, aunque en alguna ocasión se estén excediendo.
Se da el caso de juegos, como Hollow Knight o Dead Cells, que tienen un atractivo enorme para la consola de Nintendo, más si cabe en su modo portátil. Uno de esos títulos es Bloodstained: Ritual of the Night, publicado por 505 Games para PC, Xbox One y PlayStation 4 y, unos días más tarde, para Nintendo Switch. Un juego con el que pude hacerme en una de esas ofertas flash por apenas 20 euros y que hoy vamos a analizar aquí en su versión para la consola híbrida de Nintendo.
Bloodstained: Ritual of the Night nos coloca en 1783, donde los Alquimistas de la época han creado los Ligafragmentos o Unifragmentos, unos humanos capaces de fusionarse con unos cristales infundidos con poder demoníaco y que, al ser sacrificados, pueden abrir portales con el mundo de los demonios. Se pensaba que todos habían muerto, pero quedan dos: Gebel, un chico que sobrevivió de milagro al ritual y Miriam, nuestra protagonista, la cual ha estado sumida en un coma de 10 años.
Tras despertar, Miriam descubre que Gebel ha invocado a los demonios para destruir Inglaterra como venganza por realizar el ritual sobre él y, acompañada del Alquimista Johannes, Miriam emprende su camino al castillo de Gebel para acabar con su reinado de terror.
Bloodstained es un juego de scroll lateral, un metroidvania al más puro estilo clásico, con su dificultad elevada y una gran exploración. Es exigente, sobre todo en determinados jefes, que nos harán repetir una y otra vez hasta aprendernos sus patrones de ataque y sin olvidarnos de farmear nivel en muchos casos. Y, por supuesto, nada de puntos de control: si mueres, a cargar la partida. Así que guarda siempre que puedas, no sabes lo que te puede estar esperando en la siguiente sala.
No solo los jefes son preocupantes, ya que hay zonas con multitud de enemigos que son peligrosos por volumen, por la posibilidad de envenenarnos o maldecirnos, etc. Cada enemigo es diferente y, si bien hay muchos genéricos y parecidos, hay una gran diversidad de ellos, algunos verdaderamente originales.
Y llegamos al combate: fácil de aprender, pero difícil de dominar. Solo tenemos un puñado de botones: movernos, esquivar hacia atrás, golpe, salto y el uso de los fragmentos. Es muy simple, pero una vez nos metemos en una habitación llena de enemigos o contra un jefe que nos cuatriplica en tamaño no todo suena tan bien.
Los fragmentos son de ayuda, pudiendo tener varios equipados a la vez, algunos otorgando habilidades pasivas como que la vida se recupere poco a poco, y otros con habilidades activas como una onda expansiva, por ejemplo. Esas habilidades no serán gratuitas, habrá que pagar con puntos de magia, y vuelan. En condiciones normales no le daremos mucha importancia, pero los jefes finales nos harán pensar cuando usar esas habilidades y como dosificarlas.
El mapeado es verdaderamente amplio, extendiéndose en las 4 direcciones y llevándonos por un castillo inmenso, desde las alcantarillas a los torreones, pasando por grandes salones y jardines. Múltiples habitaciones con sus correspondientes puntos de guardado, escasos, y alguna que otra habitación desde la que poder viajar rápido a otras zonas ya descubiertas. Compensa mucho dedicar tiempo a la exploración y visitar todas las zonas posibles, ya que encontraremos mejoras, armas, materiales, etc.
Las armas son un punto verdaderamente fuerte en Bloodstained: Ritual of the Night. Tenemos a nuestra disposición varias clases de armas como pistolas, espadones, espada y escudo, botas de kung-fu, etc, las cuales presentan diferentes estilos de batalla. Y, conforme avancemos, encontraremos mejores armas dentro de cada uno de los tipos.
Todos los decorados están cuidados con mimo, al igual que los enemigos y los personajes, siendo coloridos y cargados de detalles. Aún siendo un juego de estética retro, se nota que se han tomado su tiempo en el apartado gráfico.
No todo podía ser perfecto y, en la versión de Nintendo Switch (la que he jugado), hay bastantes fallos y caídas de fps. Son muy constantes, aunque se han arreglado casi todas con actualizaciones y parches. Pero, lo que es la versión base del juego, estaba muy descuidada. Es una pena cuando las compañías hacen ports penosos, ya que el juego de salida estaba fatalmente implementado, por no decir injugable. Actualmente se juega perfectamente, pero gracias a los parches que han ido sacando. ¿Eran tan difícil esperar un mes y sacar el juego bien desde el principio o tener, al menos, un numero de fallos reducido? Las compañías están descuidado últimamente este apartado en muchos de sus títulos, ya que existe la posibilidad de arreglar el juego a posteriori con actualizaciones.
Bloodstained: Ritual of the Night es un juego interesante, muy orientado a un público concreto, ese tipo de jugador al que le gustan los juegos complicados y los plataformas exigentes. Si te gustan los metroidvania, es un juego super recomendable, eso sí, esperando una rebajita: por 20-25 euros es un juego genial, pero no por su precio de salida, más teniendo en cuenta que existen juegos como Hollow Knight, orientado al mismo público y pulido como el que más, siendo un juego prácticamente perfecto.
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