Aquí estamos, otro año más, al teclado. Es cierto que tenemos esto un poco abandonado y, salvo cosas puntuales, el ritmo de escritura ha ido decayendo. La pereza es intensa, y llegar de currar y ponerse a las teclas cuesta más de lo que parece.
Entre los propósitos de año nuevo, por mi parte, quería retomar el blog y escribir algo más. Y, para entrenarme en 2021, he decido traeros esta recomendación, ya que review sería apuntar demasiado alto. Nunca se me han dado bien estas cosas, a parte de que no se mucho sobre dispositivos electrónicos (tampoco es algo que me haya interesado nunca, las cosas como son). Pero no quería desaprovechar la oportunidad de recomendar este producto por si a alguien de nuestros lectores le puede venir bien. Así que, si venís por un análisis profesional no es vuestra entrada, ya que esta es una mera opinión de mi experiencia y poco más.
Nunca me había dado por comprar un altavoz Bluetooth hasta este año, y ya van 3. Compré uno pequeño JBL que me ha gustado mucho pero, tras la recomendación de mi compañero de trabajo, me lancé a por este Zamkol. Los de Zamkol nos van a dar acciones en la empresa (o al menos deberían), ya que compré otro para regalar, y entre mi compañero y yo ya llevamos 7 u 8.
El caso, es que le he dado bastante caña durante este mes y no podía estar más encantado con la compra. He escuchado música con cadenas de música que daban peor calidad de sonido que este altavoz. Tiene mucha potencia, no distorsiona nada el sonido al darle caña y encima dispone de un subwoofer inferior que hará las delicias de gente como yo que escucha música con muchos graves: no veáis como se escuchaban Bleed from Within, Madball, Hamlet y compañía.
Una de las mejores opciones que presenta el Zamkol es la posibilidad de enlazar varios y disponer de un equipo de sonido que no tiene nada que envidiar a otros más caros del mercado. Con esto no quiero decir que vaya a ser como el equipo que tenga Ed Sheeran en su casa, pero cumple sobradamente, y más por el precio que tiene.
El altavoz es compacto, no pesa demasiado y es super sencillo de utilizar. Dispone de 4 botones en un lateral, dos de ellos para subir y bajar volumen, uno de encendido y apagado y otro para usar de manos libres. Además, en su parte superior, tiene una rueda también de volumen. Basta y sobra.
A parte de la posibilidad de usarlo con Bluetooth, podemos utilizar un cable jak (incluido con el altavoz) para conectarlo directamente al móvil, al PC o a la TV y, junto a él, un puerto para tarjetas SD. Se puede cargar conectándolo directamente a la red eléctrica o a un PC, y se puede usar sin problema mientras carga.
El único inconveniente que le he visto es la duración de la batería. En las especificaciones del producto habla de 15 horas de autonomía, pero no se acerca para nada. También dependerá de la exigencia a la que le sometamos, el volumen y demás, pero no llega a esas 15 horas. También os digo que su duración es elevada, yo nunca he tenido problemas.
El mayor problema que encuentro es cuando va a acabarse la batería del dispositivo y empieza a emitir pitidos. Pero bueno, yo que sé, cárgalo.
Si estáis buscando un altavoz para viajar, se os ha roto el vuestro o, simplemente, queréis escuchar música por casa, quizás el Zamkol sea una buena respuesta. La relación calidad precio de este producto es impresionante, ya que cuesta poco más de 50 euros.
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