Escribir análisis de videojuegos cada vez es más complicado. Tanto por la eterna pereza que invade la redacción de este vuestro blog, claro, como por esa tendencia a compararlo todo que, queramos o no, siempre se cuela aquí o allá. Y no me refiero solo al ya convertido en meme 'X es el Dark Souls de los [inserte tipo de juego]', sino a cosas tan tontas como enfrentarnos a un nuevo producto comparándolo con uno del mismo palo que causara un gran impacto, por injusta o involuntaria que sea esa comparación: jugar a un metroidvania pensando en Hollow Knight , a un mundo abierto con Breath of the Wild o The Witcher 3 en la cabeza, o a juegos de puzles con la saga Portal acechando es claramente ventajista y algo estúpido, pero también inevitable hasta cierto punto. Y si nos metemos en el terreno del rogue-like/rogue-lite, ya ni os cuento: que si The Binding of Isaac , que si Nuclear Throne , que si Dead Cells ... en fin, que todo este rollo viene a que tras haberle metido cuarent...