En el pasado E3, bien reciente, Bethesda apostó por dos títulos, uno que ya era un secreto a voces, The Evil Within 2, y otro que nadie esperaba para nada, pero levantó los aplausos de la gente y nos dio a todos hype por un tubo. No hablo de otro que de Wolfenstein 2: The New Colossus.
Pues bien, hace no mucho compré en las rebajas de PSN el primero, Wolfenstein: The New Order, por unos míseros 4 euros. Acabo de terminarlo y disfrutarlo, y vamos con el. Arrancamos:
Wolfenstein: The New Order nos pone en la piel de B.J. Blazkowicz, en el año 1946 durante la segunda guerra mundial; una guerra mundial diferente de la conocida, en la que los alemanes llevan la ventaja. Vamos detrás de Wilhelm "Calavera" Strasse, general y científico nazi. Tras el primer capítulo del juego, que es como una toma de contacto, y los hechos acontecidos en el, acabamos internados en un hospital psiquiátrico, con metralla en nuestro cerebro y prácticamente vegetales. Y despertamos, en 1960. Los nazis ganaron la guerra, las bombas atómicas fueron desarrolladas por ellos y existe un nuevo orden mundial. Y hasta aquí la historia, ya sabéis que me gusta poner el contexto del juego, pero no destripar nada con spoilers. Solo deciros que es muy disfrutable y e interesante.
El título se lleva a cabo mediante una diferenciación por capítulos, 16 concretamente, en los que pasaremos por zonas muy diferenciadas como un campo de trabajo, una prisión en Berlín, el fondo del mar o la luna. Si, si, la luna, una gran luna nazi.
Se trata de un shooter en primera persona cargado de acción. No es el típico shooter de coberturas (que también son muy necesarias, sobre todo en los niveles más complicados de dificultad y las zonas más duras del juego), si no que está mas orientado al asalto directo y salvaje armados por ejemplo con dos fusiles de asalto, dos rifles francotirador o dos escopetas enormes que ocuparán gran parte de la pantalla, siendo frenetismo puro en algunas partes.
Gráficamente sigue cumpliendo bien y eso que el juego tiene ya un puñado de años (es de 2014), no destacando demasiado en este aspecto pero está muy bien hecho.
Gráficamente sigue cumpliendo bien y eso que el juego tiene ya un puñado de años (es de 2014), no destacando demasiado en este aspecto pero está muy bien hecho.
Una cosa que me ha gustado es el sistema de curación de Blazko: No nos curamos metiéndonos en un agujero a la espera de recuperarnos. Debemos salir a buscar botiquines y armadura, recargando así nuestros dos medidores (vida y escudo). Los botiquines los encontramos tirados o en cajas de suministro que podemos romper, y la armadura de igual forma o, además, derrotando enemigos acorazados y usando sus piezas sueltas.
Los enemigos que encontraremos serán, sobre todo, humanos, pero también nos cruzaremos con los nuevos elementos desarrollados por Calavera, como super soldados nazis, perros mecanizados nazis, robots gigantes nazis... todo nazi, muy nazi.
¿Quieres más? Bueno pues durante el transcurso de la aventura, que no es precisamente corta (unas 12 a 15 horas), tenemos un puñado de los típicos coleccionables de los videojuegos que nos darán más contexto histórico. Están los coleccionables "inútiles", como esculturas (también nazis), y los que si "sirven para algo", como las cartas o los códigos enigma. Además tenemos múltiples recortes de periódico diseminados por las zonas que, si bien no son coleccionables ni cuentan para nada, me han parecido muy buenos, contándonos cosas como el bombardeo de Londres, la llegada a la luna o el triunfo en la música de los Beatles alemanes, por ejemplo.
Además el juego contó con un DLC precuela, Wolfenstein: The Old Blood, que es más bien una expansión y puede conseguirse y jugarse independientemente del juego principal (y que me gustaría probar, dicho sea de paso).
Para concluir: estamos ante un título que hará la delicia de los fans del género de disparos, puede conseguirse a muy buen precio y es bastante recomendable, más para estas fechas en las que, como otros años, no abundan los títulos.
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