El año pasado, por estas mismas fechas, tuvo lugar en el Multiusos Sánchez Paraíso de Salamanca la segunda edición del Salón Otaku, una serie de tiendas y pequeños eventos que, durante tres días, traían a la ciudad la cultura del anime y los videojuegos. Pues bien, este año ha vuelto a abrir, nos dejamos caer por allí... y lo que fue un pequeño evento con apenas aforo ha vuelto con más fuerza, mejores tiendas, mayor calidad en sus productos y un aforo más pronunciado. Vale, cierto es que sigue siendo un evento pequeño, que no puede competir con sus hermanos mayores de Madrid o Barcelona, pero que ha ganado vigor.
Nos acercamos al evento y empezamos a ver lo que se cocía. Gente, mucha con cosplays de todo tipo, se aglomeraba en pequeños grupos en la zona de acceso. Pagamos los cinco euros de entrada, y nos asomamos desde las gradas. Tiendas, luces, gentío. Vamos comentando que, a primera vista, ha crecido, pero queremos ver el material. Bajamos a nivel de la feria y empezamos a recorrer los estands.
Camisetas, muñecos, figuras, chapas, pósters. La calidad ha subido, lo vemos en las camisetas, en su material, y en los pósters que compramos, en los que un mero papel satinado de la edición anterior ha dado paso a un cartel de calidad, en cuanto a material y tamaño.
Encontramos un puesto con libros de aventuras, novela histórica y literatura fantástica. Un autor de Alicante nos firma El arquero de las nueve estrellas, hablamos con él. Todo muy correcto, todo nos gusta, ojalá fuésemos ricos.
Figuras por doquier, algunas de excelente calidad, se agolpan en los escaparates. Luffy, Goku, Rickinillo (había Rickinillos por todas partes, ya fuera en peluche, chapa, taza, etc)... material de manga y anime para dar y tomar. Todo ello acompañado por la música y el sonido ambiente de la multitud.
Ya al fondo, un escenario para el concurso de cosplay, uno de los muchos talleres y concursos que se incluían en la programación del evento. Pudimos ver de todo, desde disfraces más normales hasta auténticas maravillas. El cosplay es un hobby y, si lo trabajas, un auténtico arte. Al lado de ellos un taller de jugger (poco tiene que ver con la bebida o el youtuber, en serio, podéis buscarlo). Podemos crear nuestras armas y equipo para competir en este peculiar deporte (dejen sus gafas a un lado).
Puestos de comida, como ramen, dorayakis (los cuales sospechamos que han cambiado el anko por "simple" chocolate), patatas, pizza... lo típico. Al lado se agolpa la gente alrededor de la zona de juegos, con ordenadores de alta gama para competir y jugar, o los siempre agradecidos juegos de mesa. Tras ellos, estands de fans que han creado sus cosillas y nos las dejan a bajo precio (mención aparte para unos escudos de madera un tanto descuidados a un precio desproporcionado mientras que en el puesto de espadas y katanas oficiales se vendían armas de metal por menos de la mitad). Deslumbrantes además los muchos ilustradores que se dieron cita en muchos de estos stands, dejándonos unas tarjetas profesionales muy trabajadas y varios libros y cómics a tener en cuenta.
Nos despedimos de la nueva entrega del Salón Otaku de Salamanca con un muy buen sabor de boca. Esperamos volver el año que viene y seguir disfrutando de este evento, y que siga aumentando de calidad y atrayendo a más gente. Por aquí seguiremos apoyando estas iniciativas, que no es que abunden en ciudades pequeñas.
PD: Aunque el tema principal de este blog son los videojuegos, hemos dejado aparte las menciones al espacio reservado para consolas. Sí, había muchas, pero en un estado más que mejorable. Incluso mandos de segundas y terceras marcas (ese mando marca "fuyu"...).
PD: Aunque el tema principal de este blog son los videojuegos, hemos dejado aparte las menciones al espacio reservado para consolas. Sí, había muchas, pero en un estado más que mejorable. Incluso mandos de segundas y terceras marcas (ese mando marca "fuyu"...).
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