Halloween está llegando y cada cual aprovecha la ocasión para sus propios fines, ya sea gorronear chucherías o disfrazarse entre las dos semanas que transcurren entre una fiesta de facultad y la siguiente. Aquí lo tomamos desde un punto de vista práctico: ofertas en videojuegos que teníamos en mente, buñuelos para merendar, y sacar artículos a marchas forzadas para ver cómo el contador de visitas va subiendo. Y como los recopilatorios son lo más fácil y rentable, aquí va el primero: 10 juegos con los que pasar Halloween. Pero en plan variado, para que nadie se aburra.
Amnesia: The Dark Descent
Elegir un juego con el que abrir una lista siempre es
complicado, pero aquí no hemos tenido que partirnos mucho la cabeza. Aunque ya
había habido precedentes con juegos parecidos, Amnesia: The Dark Descent reinauguró
la corriente basada en dejarnos totalmente indefensos. No es sólo que no
tengamos armas con las que defendernos de unos monstruos que nos acosan pero
rara vez se muestran, es que además tenemos que buscar aceite de lampara para
no quedarnos completamente a oscuras (cosa que, además, afectará a nuestra cordura). Huir entre tinieblas, escondernos tras
una barricada de cajas y, sobre todo, no llegar a ver con claridad a nuestros
perseguidores hasta que es demasiado tarde (uno de los aspectos que perdió su
secuela, A Machine For Pigs), hacen de Amnesia: The Dark Descent uno de los
juegos más terroríficos que podemos encontrar. Además, aquellos que tengáis PSPlus podéis jugarlos este mes.
Eso sí, antes de empezar es conveniente asegurarse de haberse colocado el auricular derecho en el oído derecho y el izquierdo en el izquierdo si no se quiere sufrir un infarto. True story.
Eso sí, antes de empezar es conveniente asegurarse de haberse colocado el auricular derecho en el oído derecho y el izquierdo en el izquierdo si no se quiere sufrir un infarto. True story.
Fran Bow
No todos los juegos malrolleros son en primera persona o con
gráficos realistas. Uno se confía con unos dibujitos hechos a mano y una música
de piano y de pronto… ¡Sangre! ¡Espíritus! ¡Y muchas cosas siniestras! Fran
Bow es una aventura point-and-click que explota al máximo su aspecto macabro
gracias a una espectacular banda sonora, un aspecto delicioso, y una dimensión
oscura (algo así como el Upside Down de Stranger Things) que nos volverá tan
locos como a su protagonista. Normal que la niña esté un pelín desquiciada entre
tanto elemento…
MadWorld
Halloween no va solo de fantasmas y sustos. También va de
sangre, amputaciones, disfraces de diversa índole y de destripar a gente con una
motosierra. MadWorld no tiene rival en muchos de estos aspectos (especialmente en el último), así que no
podíamos dejarlo fuera. Con un aspecto de cómic en blanco y negro (y rojo, muuuucho rojo) que hará las delicias de nuestras delicadas corneas. Jack tendrá
que ir abriéndose paso en una edición un tanto cafre de “Gran Hermano” en la
que gana el último que queda en pie. La motosierra pegada a la mano nunca viene
mal, pero el mundo no deja de sorprendernos con cositas punzantes para hacer
feliz al Barón Negro, el proxeneta de la violencia. Además, esperamos que
pronto sustituyan los comentarios del FIFA por los que encontramos en este
¿deporte?
The Count Lucanor
A no ser que las enseñanzas de Patronio tuvieran un mensaje
oculto que no llegamos a entender, no, The Count Lucanor no es un videojuego basado
en el libro. Partiendo de un niño medieval que huye de su familia medieval y acaba
en un castillo medieval, esta aventura mezcla una serie de géneros como el
sigilo o los puzles. Corto pero rejugable (tiene 5 finales); con estética
píxel pero, aún así, tétrico; y muy ameno de jugar. Una buena adquisición para
cualquier plataforma.
Outlast
¿Que nos estamos alejando un poquito del terror? Tranquilos,
que volvemos. Amnesia sentó las bases para muchos
juegos que llegaron después aprovechando las mismas mecánicas. Outlast es uno
de ellos, pero lo hizo tan bien que merece su apartado propio. Cambia la
lampara de aceite por una cámara con visión nocturna que funciona a pilas y el
castillo siniestro por un manicomio siniestro, introduce también una serie de gentuza carismática para darle bastante vidilla, y algún giro de guion un
poco WTF y lo que sale es un autentico juegazo. Los que no os hicierais con él gratis deberíais de hacerlo ya
mismo. O con su secuela, que también acojona bastante.
Detention
¡Más indie! Ya sabéis lo que nos gusta, ¿qué esperabais? En
este caso estamos en otra aventura point-and-click que de nuevo aprovecha la “calma”
del género para darnos una bofetada de terror. Nos vamos al Taiwan de
los sesenta bajo la ley marcial para entrar en un instituto perdido en las
montañas en el que tienen cabida todo tipo de seres, religiones y una
gran historia tanto ficticia como real, que aunque sea un tanto desconocida en
occidente siempre se puede consultar en Wikipedia (o en un libro. En serio
niños, leed libros. Los libros molan).
Proyect Zero
Y centrándonos en esa ambientación oriental vamos a
continuar con Proyect Zero (también conocido como Fatal Frame), aunque jugar a
esta saga no es que sea especialmente fácil en Occidente. Centrándonos en su
primera entrega (necesitaréis una PS2 o una Xbox), tenemos una mansión bastante
perdida a la que uno acude con toda su buena intención buscando a alguien y de
pronto se encuentra envuelto en unas movidas muy chungas con fantasmas a los
que sólo podemos alejar con una cámara de fotos especial. Es un juego completamente
intimidante, no sólo por su manejo, que te hace sentir bastante vulnerable,
sino por su historia y cómo se va descubriendo. Los sacrificios humanos son una
constante en la saga: su segunda entrega (ésta está también para Wii) es tan
terrorífica o más, y el tercero consigue mantener el nivel de forma mas o menos aceptable. Eso
si, las siguientes sólo están en Japón. Egoístas…
MediEvil
Puestos a volver a desempolvar consolas antiguas, vamos a ir a uno que
podría ser “El juego de Halloween”. Y no sólo porque el carismático protagonista pudiera ser el hermano con problemas de dicción del de “Pesadilla
antes de Navidad” (película que vemos tanto en Halloween como en Navidad), sino
porque tiene zombies, calabazas, brujos, mausoleos, gárgolas… MediEvil ahora igual no da
mucho miedo, pero en su día los no-muertos poligonales y las gárgolas de voz
profunda nos dieron algún que otro mal trago.
Resident Evil 7
Prometimos variedad y variedad traemos; los survival horror
tienen millones de fans y no queremos dejarlos fuera de nuestra audiencia.
Podíamos seleccionar cualquier título de la saga, o incluso otros distintos como
The Evil Within, pero hemos seleccionado este porque… ¡está para VR! Vale que
la realidad virtual está aún muy lejos de implantarse, pero jugar a un título
así con una experiencia totalmente inmersiva tiene que ser una
experiencia bastante terrorífica. ¿No creéis?
Bloodborne
Y terminamos la lista con un juego que no podíamos dejar
pasar. No por el miedo en sí (Bloodborne no es un juego de terror, aunque nos da algunos buenos sustos),
sino por la ambientación. El aspecto gótico (especialmente espectacular en Yharnam),
la variedad de los enemigos y la oscura historia son sólo algunos de los
aspectos más reseñables para meterlo en esta lista, junto con los miles de ataúdes que pueblan las calles, la gente que se convierte en lobo y los experimentos rarísimos hechos con sangre. ¿Cómo no íbamos a finalizar con una obra maestra como esta?
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