El viernes pasado fue lanzado el último gran juego de Nintendo Switch, y con gran juego me refiero a GRAN JUEGO. Ya sabéis que Nintendo no se está andando con tonterías con su nueva consola y, si bien aún no han lanzado muchos juegos, sí que han lanzado juegos muy buenos. Breath of the Wild pugna por ser uno de los mejores juegos de la historia, pero es que este Super Mario Odyssey puede ser un duro contrincante a ese trono (y por supuesto al de GOTY de este año).
Como Nintendo aún no nos manda juegos para probarlos antes de tiempo (que bien podían, guiño, guiño), hemos tenido que esperar a la salida oficial para hacernos con él. Por tanto, y dado el inmenso tamaño que se le supone al juego, no haremos un análisis hasta dentro de bastante tiempo, como ya nos pasó con el Zelda. Pero lo que sí podemos hacer es contaros nuestras primeras impresiones sobre el ratito que hemos podido jugar.
Más directo no puede ser |
Antes de nada, deciros que no ha sido más de media hora o tres cuartos; desgraciadamente no me da tiempo a atender a todo y, aunque me hubiese encantado dedicarle más tiempo a Cappy y Mario, me ha sido imposible. Dicho esto, no puedo por menos que alabar el trabajo de Nintendo. Sé que me va a quedar una entrada un poco fanboy, pero es que mis primeras impresiones así lo son.
Primeros compases y dinámica clara, hay que lanzar la gorra |
Llevo jugando juegos de Mario muchísimo tiempo, como todos los que hemos cogido alguna vez una consola. Es un icono. Y aunque me falten algunos por probar, sobre todo de los 3D, sí que he podido apreciar lo mejor de la franquicia. El diseño de niveles 2D, que siempre ha sido soberbio, pero que en los últimos años ha bajado un poco de calidad, ha sido la seña de identidad del fontanero. Supieron trasladarlo bastante bien a las 3D y los juegos de Mario siempre han sido, cuanto menos, divertidos.
Por si no os queda claro, también podéis leerlo en los carteles |
Y en esto de los juegos 3D sí que he tenido la suerte de disfrutar del (o los) que seguramente sea el mejor de todos los de Mario. Me estoy refiriendo a Super Mario Galaxy para Wii y es que tanto el primero como su secuela, que yo siempre consideraré como un producto completo, conjunto y redondo, son maravillosos. Yo tenía mucho miedo con este Odyssey, porque quería un Galaxy 3 y dudaba mucho que pudiesen repetir lo conseguido en Wii.
Pero qué feos sois, jodíos, habrá que enseñaros quien manda |
Mis miedos resultaron infundados, y ya es la segunda vez que me pasa con juegos de Switch. Nos encontramos ante un Mario más que disfrutable, con un diseño precioso y, sobre todo, con un control absolutamente natural. Uno de los mayores aciertos de Galaxy, para mi gusto, fue la adaptación de los pequeños toques con el sensor de movimiento. Odyssey recupera esa característica y la mejora. Aunque también se puede jugar sin el sensor, lo tienen todo pensado.
La Odyssey, que nos llevará de mundo en mundo |
El diseño de niveles es magistral, todo te llama la atención, todo está accesible de una manera o de otra y todo, absolutamente todo, contiene secretos por descubrir. Desde un mural pequeñito de estilo egipcio, hasta poder encender las luces "con la gorra", pasando por carteles anunciando la boda de Bowser y Peach que, por supuesto, podemos retirar.
¡Anda, una Energiluna! |
Todo te llama a explorar, a probar, a jugar, que al fin y al cabo es de lo que se trata. Las transformaciones son algo natural dentro del juego. Ni siquiera te planteas si hacerlo o no, simplemente lanzas la gorra porque notas que es lo que tienes que hacer. Repito mucho el concepto "natural" pero es la mejor manera que se me ocurre de contar lo que me inspira, una interacción absolutamente adaptada, pensada y ajustada.
Mira mamá, una rana con sombrero |
En este poquito tiempo no he podido hacer demasiadas cosas, y mucho menos si tenemos en cuenta la enormidad que ya se nota desde que empiezas a manejar a Mario. Como en el caso de Link, te sientes pequeño ante un mundo enorme que debes explorar. A diferencia de Breath of the Wild, Odyssey no tendrá una historia demasiado importante, pero Mario nunca la ha necesitado. Aquí no se trata de eso, se trata de buscar cada Energiluna, cada moneda regional, cada secreto y cada rincón. Todo con jugabilidades frescas, nuevas y divertidas.
y bigote |
La lucha está muy reñida entre estos dos titanes, y todo parece indicar que será una mera cuestión de gustos personales que a cada uno nos resulte mejor uno o el otro. Y eso está bien, porque al final es lo que queremos, buenos juegos que nos provean de muchas horas de diversión. En el caso de Mario se rumorea que habrá más Energilunas que Kologs en el Zelda (más de 800) y que serán mucho más entretenidas de buscar.
Ya os contaré más cuando avance pero de momento mis opiniones no pueden ser mejores. Si tenéis ocasión probadlo por vosotros mismos, no os arrepentiréis.
Espera ¡¿cuántas Energilunas has dicho?! |
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