La semana pasada os trajimos el unboxing del Steam Link, que no deja de ser algo anecdótico. Esta semana os traemos uno un poquito más interesante (bueno, todo lo interesante que puede ser un unboxig en fotos, claro).
Por una serie de azares del destino he podido hacerme con una Xbox One X: Project Scorpio. Ya sabéis, ese modelo de la nueva y pornográfica (¿a quién se le ocurre poner tantas X?) consola de Microsoft que sólo iba a estar disponible en unidades limitadas durante el lanzamiento.
Si no lleváis mucho tiempo en esto de los videojuegos no sabréis que el proyecto Scorpio era el nombre en clave de la One X antes de que se lo cambiaran. Nintendo es experta en cambiarle el nombre a sus proyectos, aunque siempre nos deja muestras del original en sus dispositivos; así, la Wii, que se iba a llamar Revolution, mantiene el RVL en los números de serie, Dolphin la Cube, etc.
Como todos podemos ver, Scorpio era un nombre mejor para la consola, pero se lo cambiaron y, para "obligar" a muchos a adquirir una consola que de otra manera carece de alicientes, sacaron esta edición especial.
Esta es la versión de la Xbox One que tenía que haber salido originalmente, la que tenía que haber sucedido a la 360 y en este momento, al igual que PS4 Pro tenía que haber sido PS4 a secas. Aún me cuesta entender por qué Sony y Microsoft se acojonaron tanto con WiiU como para adelantar sus máquinas y sacarlas a medio cocer.
Ahora bien, esta Xbox One X va a pegarse una hostia de campeonato. ¿Por qué? Pues porque ha agotado las existencias de su modelo Scorpio en segundos. Las reservas no llegaron a durar un día, en su momento allá por el verano, y hoy día se encuentran muy cotizadas y sobrepreciadas en diferentes webs de compra-venta.
¿Esto quiere decir que One X será un éxito? En absoluto: por mucho dinero que haya metido Microsoft en diferentes webs de videojuegos. Ahora mismo todas las noticias que nos encontramos sobre juegos multiplataforma son comparativas gráficas entre PS4 Pro y One X en las que, obviamente, gana la segunda. Llega incluso a ganar a PCs de gaming en comparativas tan injustas como las que incluyen a Assassin's Creed Origins y sus absurdos sistemas anticopia.
Es cierto que, en potencia bruta y números absolutos, es la consola más potente que existe ahora mismo (no en vano acaba de salir). Tampoco podemos obviar el hecho de que, desde aquella horrible conferencia en la que Microsoft presentó la One, han sabido rectificar en muchos puntos y mejorar, en casi todos los aspectos, su consola.
Volver a los juegos físicos, retirar Kinect obligatorio, mejoras y mejoras en la interfaz de usuario, auténticos regalos con sus juegos del Live (no todos, eso sí), el juego dual con Windows 10 que permite comprar un juego en la consola y disfrutarlo en el PC y viceversa y, sobre todo, la vuelta de la retrocompatibilidad, incluso con la Xbox original: son todo puntos muy favorables.
Pero no podemos olvidarnos, Microsoft no puede olvidar, de qué va esto de las consolas. Y es que va de juegos, juegos exclusivos que nos inciten a adquirir la plataforma. Recientemente Phill Spencer, encargado de Xbox, ha dicho que se van a centrar en los multiplataforma. Eso va a terminar de hundir a la máquina.
No puedes vivir sólo del "se ve mejor en mi consola" porque el PC siempre, SIEMPRE, te va a dar por saco en ese sentido. Además, si tienes una PS4 puedes jugar a los multiplataforma y, además, a joyas imprescindibles de la calidad de Horizon, The Last of Us, God of War, etc. Nintendo sabe muy bien la importancia de los exclusivos; al fin y al cabo, Switch tiene dos de los mejores juegos de la historia, lo que la convierte en una compra muy jugosa, aunque dispongas de otra consola e, incluso, de un PC muy potente.
Así que yo no le auguro un futuro muy interesante a esta Xbox One X que tanto ha vendido (de su EDICIÓN ESPECIAL) y que, a largo plazo, mucho me temo que se quedará para atrás. En mi caso la utilizaré, como a su hermana mayor, como centro multimedia de la casa, y poco más. Los juegos los seguiré comprando en PS4, Switch y Humble Bundle, salvo que me den un buen motivo para cambiar (y tener que comprarme una TV con un tamaño absurdo para que sea 4K HDR no es un buen motivo).
P.D.
No hablo de los "fallos de la muerte" que tanto se están comentando por Internet porque se suele exagerar el problema y, de momento, el porcentaje es el normal en un nuevo lanzamiento. Espero que cuando pruebe la mía no pase, pero por lo demás, no creo que sea una cuestión preocupante.
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