Bethesda está haciendo muy bien sus deberes últimamente. Es cierto que Fallout 76 le ha hecho mucho daño, es lo que suele pasar cuando sacas un producto en estado lamentable al mercado, pero siguen siendo unos grandes de la industria. A la vista están sagas como Dishonored, The Evil Within, DOOM (que recibirá una nueva entrega pronto) o la que hoy se nos presenta, Wolfenstein. Hoy vamos con su segunda entrega, The New Colossus.
Wolfenstein II: The New Colossus se enmarca en 1961, tras los sucesos del primer título. Nuestro protagonista, B.J. Blazkowicz, se encuentra al borde del colapso tras el asalto al complejo de Calavera, con el cuerpo y la mente destrozados por el combate y los sucesos pasados. Sus alucinaciones y desvaríos son recurrentes, y sabe que se prepara para lo peor. Los nazis ganaron la guerra. El Nuevo Orden mundial impera y la persecución por la general Engel es incesante.
Uno de los puntos más llamativos del título, al menos para mí, es ver los "cambios" ocasionados en la realidad. La bomba atómica cayó en Nueva York, Luisiana es un Guetto, el KKK campa a sus anchas por el sur del país... Toda esa atmósfera nazi que envolvía al primer título está en esta entrega, pero multiplicada por 10. Es un festival de cruces gamadas, persecución y represión de las razas inferiores y demás. Solo Blazkowicz, apodado Terror Billy, y la resistencia se oponen a este Nuevo Reich.
El caso es que el control del título es muy similar al del primero: se trata de un shooter frenético en primera persona, fluido y genial. Los destrozos ocasionados por Blazkowicz en las tropas son palpables, aquí no hay medias tintas: los desmembramientos y la sangre están a la orden del día, las bizarradas son incesantes (y no quiero destripar nada pero... vedlo por vosotros mismos, sabréis a que me refiero).
El juego que se nos plantea en esta segunda entrega de la saga es mucho más abierto que en su predecesor, más pasillero. Nos enfoca más a la exploración, aunque claramente no estamos hablando de un sandbox ni mucho menos. Los escenarios son de mayores dimensiones y los coleccionables, realmente nazis en su mayoría, nos harán querer explorar el escenario.
Los enemigos son bastante inteligentes (y nazis, por si no quedaba claro). La IA de la máquina nos pondrá bastante a prueba cuando subamos un poco de las 3 primeras dificultades, y ya no os digo cuando pasemos a las últimas: los enemigos son implacables. Todo ello nos pondrá a prueba y hará que nos las tengamos que ingeniar, incluso, para pasar por zonas sin ser vistos utilizando el sigilo. Porque, si algo está muy bien, es poder optar por esta vía alternativa en algunas zonas aunque, claramente, el juego está muy orientado al asalto frontal. No tanto como DOOM, ya que habrá que preocuparse por ponerse a cubierto, pero sí que está orientado al salvajismo.
El juego que se nos plantea en esta segunda entrega de la saga es mucho más abierto que en su predecesor, más pasillero. Nos enfoca más a la exploración, aunque claramente no estamos hablando de un sandbox ni mucho menos. Los escenarios son de mayores dimensiones y los coleccionables, realmente nazis en su mayoría, nos harán querer explorar el escenario.
"Make America great again" |
Los enemigos son bastante inteligentes (y nazis, por si no quedaba claro). La IA de la máquina nos pondrá bastante a prueba cuando subamos un poco de las 3 primeras dificultades, y ya no os digo cuando pasemos a las últimas: los enemigos son implacables. Todo ello nos pondrá a prueba y hará que nos las tengamos que ingeniar, incluso, para pasar por zonas sin ser vistos utilizando el sigilo. Porque, si algo está muy bien, es poder optar por esta vía alternativa en algunas zonas aunque, claramente, el juego está muy orientado al asalto frontal. No tanto como DOOM, ya que habrá que preocuparse por ponerse a cubierto, pero sí que está orientado al salvajismo.
Incluso podemos controlar un Panzerhund |
Otra cosa que añade este título son las misiones secundarias. Aparecen en escena los Übercommandos, altos mandos nazis que cazar en localizaciones de la historia. Para poder acceder a sus localizaciones habrá que coger las fichas Enigma de los comandantes que vayamos eliminando en nuestro recorrido por la liberación del yugo alemán, y usarlas en nuestro submarino en la máquina Enigma. Esta máquina nos pondrá a prueba con un sistema de puzzles que, si superamos, nos dará la ubicación de uno de los Übercommandos. Por si fuera poco, podremos ir hasta la cantina de nuestro submarino y, en la máquina recreativa, jugar al Wolfenstein original por completo. ¡Dos juegos en uno!
Por supuesto, el juego no es perfecto. Los gráficos no están mal, pero no son tampoco deslumbrantes. Cumplen muy bien, junto con su banda sonora que es brutal, pero Bethesda podría haber metido algo más en este apartado.
Otro fallo, al menos para mi, es su historia. Es cierto que es más completa que la historia de la primera entrega y, en computo total, mucho mejor por todos los lados. Pero la partida presenta muchos altibajos, habiendo momentos en los que deseamos con todas nuestras fuerzas terminar los niveles. Pienso que le habría venido muy bien al título mayor cantidad de niveles, pero mucho más cortos.
Una cosa que quiero destacar son los saltos de dificultad que hay entre una dificultad y otra. Las 2 primeras son bastante asequibles, y la 3ª ya te pone a prueba. El salto a la 4ª dificultad se nota muchísimo. Y, aún quedan otras 3 por encima. Como la última dificultad de DOOM, donde durabas como 10 segundos vivo.
Wolfenstein II: The New Colossus es un juego totalmemente recomendable. Hará las delicias de los fans de los shooter y a los que les gustó su primera entrega. La duración es muy buena, con unas 12-15 horas de historia principal. No debe estar demasiado caro en este momento y es un juego que merece la pena probar. Es una experiencia muy disfrutable, y matar nazis siempre es un plus.
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