Admitamos
que a todos se nos ha pasado por la cabeza alguna vez la idea de que a Telltale
se le ha ido de las manos aquello de adaptar a su formato propio todo lo que se
cruza en su camino. The Walking Dead supuso un gran punto de partida para un
género que no terminaba de arrancar del todo como es el de las aventuras gráficas, y un sublime The Wolf Among Us terminó por fijarlo como es debido. Posiblemente a causa de haber tenido tan magníficos precedentes con
los que comparar, no acabábamos de estar muy convencidos sobre el resto de
juegos que se anunciaban. Borderlands, Batman, Juego de Tronos, Minecraft... una
galería tal vez demasiado amplia en cuanto a los distintos tonos que trata de
abarcar y que al haber salido muy seguidos hace que de primeras te puedas
cuestionar la calidad de los mismos.
Sin
embargo, después de haber jugado a Tales from the Borderlands todas las
posibles dudas que quedaran sobre algunos de sus proyectos como el futurible
Guardianes de la Galaxia han quedado reducidas a cero. Telltale sabe captar la
esencia y usarla para contar una historia a su manera, y algo que cogía con
muchas reservas por parecer imposible adaptar un shooter a un género
radicalmente diferente ha acabado convirtiéndose en algo que no tiene nada que
envidiar a The Wolf Among Us.
Tales
from the Borderlands es Telltale y es Borderlands, no hay más. Reúne lo mejor
de ambas: una buena historia con grandes personajes, y el absurdo, humorístico
y salvaje carisma de Pandora. A nivel gráfico poco que decir: adopta el estilo
propio de la obra de 2K, como no podía ser de otra manera, pero sale perdiendo
en la comparación. No porque esté peor, sino porque al llevar un ritmo más
lento te fijas más en los detalles y eso hace que le veas mucho más el cartón a
los escenarios, tanto a nivel de detalle como de textura. Hay zonas
relativamente planas (suelos y paredes principalmente) en los que el aspecto de
cómic deriva a algo así como a uno de juego de bajo presupuesto, con texturas
un tanto extrañas o hierbajos que son líneas negras saliendo de un terreno
completamente liso. En el shooter nunca te paras a examinarlo con calma, pero
cuando estás un rato seguido hablando en el mismo escenario sí te das cuenta. Además, en mi caso ha habido ocasiones donde el juego ha hecho "cosas raras", como personajes que desaparecían brevemente o temblores en ciertas escenas.
A
pesar de ser muy fans de este estilo cómic, casi es lo menos importante del juego.
Lo más, si tuviéramos que elegir, sería lo que yo llamo el "absurdo
Borderlands". Las situaciones locas, los diálogos absurdos (y cuando hay
psicopatas de por medio ya ni hablamos) y la capacidad para combinar un mundo
visceral y sangriento con violencia a raudales con un humor desternillante
centrado en los personajes. Porque si las situaciones disparatadas son
graciosas, el punto fuerte son las personas (y robots) y sus reacciones, aunque
en parte dependerá de qué decisiones tomemos.
Y aunque esa sea la principal mecánica del juego, también puede convertirse en su principal obstáculo. Como viene a ser habitual en Telltale, a pesar de que nos venden que nuestras decisiones son muy importantes, la inmensa mayoría se resuelve de igual manera escojas A o B, con excepción de algunos personajes de escasa relevancia que vivirán o morirán según elijamos. Lo que realmente cambia es la idea que nosotros tenemos de ese personaje, su desarrollo, y en función de cómo lo interpretemos tomaremos unas decisiones u otras. ¡El problema viene de que muchas veces no sabemos ni qué es lo que queremos!
No podían faltar Psicopatas en esta entrega de Borderlands, ni sus famosas "bicicletas de carne" o "fiestas de la pizza". |
Y aunque esa sea la principal mecánica del juego, también puede convertirse en su principal obstáculo. Como viene a ser habitual en Telltale, a pesar de que nos venden que nuestras decisiones son muy importantes, la inmensa mayoría se resuelve de igual manera escojas A o B, con excepción de algunos personajes de escasa relevancia que vivirán o morirán según elijamos. Lo que realmente cambia es la idea que nosotros tenemos de ese personaje, su desarrollo, y en función de cómo lo interpretemos tomaremos unas decisiones u otras. ¡El problema viene de que muchas veces no sabemos ni qué es lo que queremos!
Me
explico: en mi caso comencé tomando al protagonista masculino, Rhys, por un
pardillo, y como tal tomé las decisiones que más me encajaban en su
personalidad. Sin embargo poco más adelante me pareció más seguro de sí mismo o
un poco más canalla, y cambié su modo de actuar/hablar. Y la irrupción de un
par de damas en la ecuación, Fiona y Sasha, lo volvió un tanto... enamoradizo.
En cada momento tomé las decisiones que creía convenientes en concordancia con
cómo avanzaba la historia, pero analizándolo con perspectiva, me quedan unos
personajes poco creíbles. Demasiado volubles como para destacar por sí mismos.
Por eso precisamente los personajes que más destacan son precisamente los secundarios, aquellos que no dependen de nosotros. A varios de los secundarios los conocíamos de otros juegos, como nuestro genocida favorito Jack el Guapo, y otros cuantos hacen cameos (¡¡¡SEMENTAL DEL CULO!!!), pero incluso los nuevos son espectaculares. Personalmente, me quedo con los robots, a los que no estaría mal controlar en otra aventura como ya hicimos en su día con el divertido pero muy cargante Claptrap.
La historia es trepidante y te mantiene enganchado durante todo el juego, y la división en capítulos más cortos nos deja una serie de introducciones dignas para el recuerdo (la del primer capítulo es alucinante), además de que provoca que no tengamos largos ratos sin que pase nada interesante. Sin embargo, sí que es verdad que si en vez de jugar la historia entera de golpe la hubiéramos ido siguiendo, los capítulos intermedios (el 3 especialmente) nos hubieran dejado un poco tibios después de un primer capítulo espectacular.
¿Qué clase de búsqueda de la Cámara sería sin dejar unos cuantos (tal vez miles) muertos por Pandora? |
Por eso precisamente los personajes que más destacan son precisamente los secundarios, aquellos que no dependen de nosotros. A varios de los secundarios los conocíamos de otros juegos, como nuestro genocida favorito Jack el Guapo, y otros cuantos hacen cameos (¡¡¡SEMENTAL DEL CULO!!!), pero incluso los nuevos son espectaculares. Personalmente, me quedo con los robots, a los que no estaría mal controlar en otra aventura como ya hicimos en su día con el divertido pero muy cargante Claptrap.
La historia es trepidante y te mantiene enganchado durante todo el juego, y la división en capítulos más cortos nos deja una serie de introducciones dignas para el recuerdo (la del primer capítulo es alucinante), además de que provoca que no tengamos largos ratos sin que pase nada interesante. Sin embargo, sí que es verdad que si en vez de jugar la historia entera de golpe la hubiéramos ido siguiendo, los capítulos intermedios (el 3 especialmente) nos hubieran dejado un poco tibios después de un primer capítulo espectacular.
Semental del Culo y otros viejos amigos vuelven, aunque sólo sea para decir hola. |
Y es que el primer capítulo es lo mejor de lo mejor. Deja el listón tan alto que el resto de capítulos, desgraciadamente, no lo pueden alcanzar. Porque cualquier historia que se narre tiene algo de conflicto entre los personajes, de drama, de momentos tranquilos con los que profundizar en sus protagonistas... Cosas que no son tan entretenidas en el mundo de Pandora como hacer carreras con locos enmascarados mientras algo así como un ninja trata de matar a un gordo con un equipo de música en el pecho mientras escombros y balas vuelan sin sentido a nuestro alrededor.
No quiero que nadie se
equivoque: aunque parezca que estoy planteando un montón de problemas, no son
del juego, sino del medio. Para que os hagáis una idea, es como decir que en
una serie de televisión los capítulos del medio no suelen ser tan buenos como los
del inicio y el final, y que los personajes no se desarrollan tanto como en un
libro porque no sabes lo que piensan. No es un ataque al juego en concreto, son
defectos que encuentro en este tipo de obras. Lo mismo me ocurre en cualquier
juego de decisiones, como Until
Dawn o Life is Strange, aunque estos
últimos cuentan con la ventaja de no tener que tratar de arrastrar todo al
terreno humorístico/violento que es lo que realmente nos apasiona de Borderlands.
Hay gente muy rara en Pandora, y todos parecen estar a nuestro alrededor. |
Por eso quiero acabar recalcando de nuevo que es un gran juego. 2K y Telltale se han coordinado muy bien para llevar su franquicia un paso más allá, y creo que todos agradeceríamos más entregas como esta para enlazar unas y otras entregas y cubrir espacios vacíos de muchos personajes. No es fácil adaptar un mundo de shooter a este formato, y aquí se ha hecho más que bien.
Eso sí, si pudieramos elegir, por favor, más locura como la del capítulo uno y menos drama y decisiones vitales. Porque podemos vivir sin elegir si su mejor amigo vivirá o morirá, pero no sin peleas de dedos contra una horda de Contables Cabronazos.
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