Esta
entrada no entraba dentro de mis previsiones ni viene por una de esas noticias de actualidad
que van surgiendo a medida que se aproxima el E3. Aunque sí que está relacionada
con una "noticia": que un servidor ha ganado un par de figuras de
Skylanders Imaginators en uno de los sorteos realizados por los amigos de TuTienda de Videojuegos, a los que aprovecho de nuevo para darles las gracias. El
concurso sigue abierto hasta el día 2 de junio, así que todavía tenéis tiempo para
conseguirlas aquí.
Así que
nos ha parecido la ocasión perfecta para hablar un poco de figuras y
videojuegos. La industria ha sabido entender lo que buscaban los jugadores, que
por lo general nos pirramos por muñecos, bustos y todo tipo de merchandising.
Y si bien estas cosas existen desde hace mucho, parecía no existir un término
medio para los jugadores menos metidos en el mundillo: o figuras de aspecto de
juguete o estatuas de coleccionistas pensadas especialmente para los bolsillos
más pudientes.
Pero a
medida que los videojuegos se han popularizado y todo lo relacionado con ellos
ha aumentado su demanda, tener al personaje de tu juego favorito al lado del
televisor se ha vuelto una tendencia mucho más atractiva que ocupar espacio
vital con jarrones comprados en el todo a cien de la esquina y souvenirs de los
viajes a Benidorm. Muchas compañías lo entendieron, y aprovecharon la corriente
para inundar el mercado con todo tipo de productos que van desde peluches y
posters a lámparas de la trifuerza (uno de mis regalos favoritos de estas
navidades). Mención aparte para el catálogo de menaje del hogar del aniversario
de Square Enix, cuyo culmen es una brillante espada tenedor gigante para comer nuggets (o lo que quieras).
Unos malditos genios del merchandising. Fuente |
Además,
las compañías más aficionadas a estirar sus productos hasta que aguanten han
adquirido la para nada desdeñable costumbre de lanzar una retahíla de ediciones
de lujo de sus juegos, entre las cuales siempre existe una con figuras que nos morimos
por comprar, pero que por lo general siguen siendo bastante caras. No digo que
no tengan su razón, ya que suelen ser de gran tamaño y con una gran cantidad de
detalles, pero asumamos que no todos estamos dispuestos a pagar cien euros más por
un adorno.
Es por
ello que todavía quedaba un pequeño hueco sin cubrir y que sin embargo en estos
momentos es el más explotado. Figuras pequeñas, de una calidad razonable, y...
¡que se pueden integrar en el propio juego! En los últimos años hemos podido
ver como grandes marcas inundaban el mercado con infinidad de figuras para todos
los gustos. Comenzando con los Skylanders que han dado origen a esta entrada y continuando por los distintos sets de Disney Infinity que abarcaban
personajes de diferentes películas, resulta muy difícil resistirse a la monería de unos
muñecos que dan rienda suelta a nuestro niño interior, de manera que incluso
consiguen venderse entre gente que no posee los juegos pero a los que no les importa
gastarse una pequeña suma en un bonito adorno. Y si no que se lo digan a Nintendo, que tras algún que otro intento previo acabó dando con la clave del éxito mundial con sus Amiibos, los cuales son tan demandados que llegan a alcanzar cuatro veces su precio
original a pesar de que su integración en los juegos no es su punto fuerte.
Por otro lado, los relativamente nuevos Lego Dimensions apuntan fuerte, ya que
no solamente cuentan con una muy buena base de videojuego sino que... ¡son
LEGOS! ¡A todos le gustan los LEGOS!
No hace
falta más que un breve paseo por un supermercado o una tienda de segunda mano
para ver hasta qué punto se han vuelto populares. Las posibilidades son
infinitas, y más en un futuro en el que la realidad aumentada ya no suena
demasiado rara. ¿Soy el único que se imagina con un puñado de figuritas
chiquititas requetemonas y algo parecido a una pokedex o a un discos de duelo
de Yu Gi Oh?
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