'Tus elecciones importan'. Es una máxima con la que ciertas desarrolladoras (con la difunta Telltale a la cabeza) se llenan la boca, y que la mayoría de las veces queda en agua de borrajas. Esas elecciones supuestamente vitales acaban siendo un 'matas a X e Y sobrevive... pero en la siguiente entrega Y muere a las primeras de cambio', y a otra cosa. Ahora bien, ¿se puede hacer un juego en el que las decisiones sean lo de menos, porque te lo pasas en grande? Press X To Not Die tiene la respuesta.
Te despiertas y te encuentras en una ciudad sumida en el caos. ¡Todos se han vuelto locos y no paran de atacarse entre ellos! Un mensaje dejado por tu amigo en su lecho de muerte será la clave de todo: ¡Pulsa X para no morir!
Seamos sinceros: este juego es serie B pura y dura. Argumento absurdo, desarrollo aún más absurdo, y actuaciones justitas (todo lo que se ve en pantalla son vídeos tan reales como la vida misma). Y el gameplay no podría ser más sencillo, a golpe de QTE y elección de diálogos. No tiene (ni necesita) nada más.
Pero entonces, ¿las elecciones qué? Aquí son lo de menos: sí, las hay; y sí, vuelven a ser "irrelevantes"... pero la gracia está en cómo afectan esas decisiones a ciertos diálogos, especialmente en el epílogo del juego, cuyas partidas duran apenas media hora; y en ese tiempo, se las apaña para meter dos logros descacharrantes.
La verdad, poco más se puede decir. Es recomendable jugarlo con mando, porque los QTE requieren de combinaciones que con teclado y ratón son muy complicadas; y por el idioma no temáis, que viene traducido al español.
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