Hace ya un tiempo empecé la serie de análisis/repaso a los juegos de la franquicia Assassin's Creed. En aquel momento ya os avancé que mi idea era comentaros algo de todos los juegos de la saga, o lo que yo considero todos, que son aquéllos que han aparecido en consolas. Es cierto que Ubisoft ha hecho algunos acercamientos con sus asesinos al mundo del teléfono, pero aún no estoy tan chalado como para jugarlos (aunque por algunos de los títulos que os traeré parezca mentira). En fin, que hoy vengo a hablaros de uno de esos títulos de la franquicia no tan conocidos como los títulos numerados: Assassin's Creed Bloodlines.
Lanzado hace 8 años para la difunta PSP, buscaba narrarnos los hechos acontecidos con el protagonista del primer título, Altaïr Ibn-La'Ahad. Como buena continuación cronológica su acción comienza tras alzarse Altaïr como líder de los asesinos. En esta ocasión nuestro objetivo es encontrar y saquear la Biblioteca templaria en Chipre donde nuestros antagonistas guardan alguno de sus secretos. Conocemos de su existencia gracias a la captura, en los primeros compases, de la templaria Maria Thorpe que los jugadores del primer título sin duda recordarán.
Sin entrar en spoilers innecesarios no puedo contaros mucho más de su historia, pero sí deciros que constituye una parte interesante de la historia del Credo. No en vano, durante la consecución de las misiones, Altaïr va escribiendo lo que más tarde se conocerá como el Códice de los Asesinos. Eso no por hablar de la propia historia del protagonista, pero ya os lo dejo a los que os animéis a jugarlo.
Estos templarios nunca se dan por vencidos |
En el apartado visual y sonoro destaca en el sentido de que nos presenta un Assassin's Creed con todas las de la ley en un hardware tan limitado como es el de PSP. No podemos olvidar que la saga surgió para demostrar el poderío técnico de PS3 tanto en escenarios como en modelos, y hay que decir que esta adaptación para la portátil cumple sobradamente, al menos de la misma forma que lo hacen otros grandes títulos como los dos God of War portátiles, Kingdom Hearts Birth by Sleep o ambos Dissidia. Por supuesto su, mundo "abierto" es mucho más reducido que el de sus hermanos mayores, pero contamos con esa libertad de movimientos característica de la saga.
Hay que reconocer que es sorprendente para PSP |
Y no me estoy refiriendo a la dificultad de sus misiones, sino al control y a los fallos que nos encontraremos cada dos por tres. Completarlo al 100% se torna tarea casi imposible por la frustración a la que nos veremos sometidos. Los movimientos ortopédicos nunca han vendido muy bien y mucho menos si debemos repetir alguna de las misiones por eventos aleatorios que nada tienen que ver con nuestra habilidad.
¡Por si se te ocurre volver! |
La dificultad intrínseca, por tanto, no es muy elevada. Al igual que el resto de Assassin's Creed nos encontramos con un título que no nos exigirá demasiada habilidad si no, más bien, pasear por él e intentar disfrutar de su historia.
Quizá el añadido más curioso de este título sea su "estrecha" relación con Assassin's Creed 2, con quien compartió periodo de vida. Si contábamos con ambos títulos (y con una PSP y una PS3), podíamos conectarlos y obtener algunas armas exclusivas. Nada muy útil, pero sí algo curioso y que, en su momento, supuso una novedad.
Como conclusión, Bloodlines es un título que sorprende si tenemos en cuenta sobre qué esta construido; no aporta demasiado a nivel jugable, pero sí una parte importante de la historia de los asesinos. No es un juego para todo el mundo, pero tampoco os arrepentiréis de darle una oportunidad; vamos, lo que en Steam sería un análisis informativo en toda regla. Si simplemente os interesa por su historia, probablemente hagáis mejor haciéndoos un monográfico en Youtube; si queréis una excusa para desempolvar vuestra vieja PSP, éste puede ser tan buen título como cualquier otro.
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