Durante los coletazos finales del año pasado, en noviembre, 2K Games sacó al mercado Mafia III, un juego que desde el primer momento llamó mi atención como buen fan de los sandbox que me considero, y del estilo GTA que tanto nos gusta. El juego tenía todo para triunfar, ya que tanto su temática como sus precedentes eran atrayentes y de nivel, pero la crítica y la opinión de los fans lo mandaron a la lona. ¿Fue merecido? Vamos a verlo.
Mafia III se desarrolla en una ficticia Nueva Orleans (New Bordeaux en el juego) en 1968. Nuestro personaje, Lincoln Clay, vuelve a casa después de su servicio en Vietnam y con la intención de volver a la mafia negra liderada por su padre. Durante los primeros compases preparamos un golpe maestro junto a la mafia italiana a un depósito federal de dinero. Tras el golpe somos traicionados por los italianos y dados por muertos, nuestra familia muere y nuestro negocio con ellos. Así empieza nuestra andadura y nos pone en situación para la campaña principal del juego, que tratará sobre la venganza de Clay.
El plan de Lincoln para eliminar a Marcano pasa por hacerse con su territorio para quitarle todo lo que ha logrado. Para ello comenzaremos por conseguir aliados que nos apoyen en nuestra cruzada de la forma que sea. Las 3-4 horas iniciales del juego están muy bien llevadas y enganchan de lo lindo, pero una vez pasada esta línea caemos en uno de los problemas del juego, el que considero el mayor de todos, y es que las misiones son TODAS IGUALES. Me explico: el 90% del juego transcurre en varias fases calcadas:
- Vamos a por la misión y nos cuentan algo sobre el jefe del distrito, el cual tiene, normalmente, dos sicarios en el mismo.
- Para hacerle salir tenemos que debilitar su influencia: roba sus recursos, mata/recluta a sus sicarios o destruye sus instalaciones.
- Cuando el contador de dinero llega a cero el líder se pone super nerviosísimo y se deja ver.
- Ve a por el jefe y mátalo.
Lo mejor del juego son los combates contra estos jefes, los cuales son bastante originales en muchos de los casos y son bastante variados. La acción en los combates está muy pulida, siendo muy buenos los tiroteos y el combate cuerpo a cuerpo, con algunos remates brutales. Otro punto que me ha gustado mucho es la forma de narrar, con interrogatorios, grabaciones y entrevistas a un ex-agente del FBI que a modo de documental nos cuenta lo ocurrido. La historia es bastante buena y engancha; muchas veces deja de lado la repetitividad de las misiones.
Una vez hallamos tomado el distrito se los asignaremos a uno de nuestros lugartenientes. Tenemos tres, a quienes debemos cuidar según nos convenga: al asignar un distrito a uno u a otro nos dará diferentes ventajas (armas, apoyo, más dinero...) pero los otros dos se verán molestos si favorecemos mucho a uno sobre ellos (yo recomiendo seguir un orden para asignar distritos).
Como buen sandbox que se precie tenemos carreras con los diferentes modelos de coches existentes, ya sea por ciudad o campo, y los clásicos coleccionables (vinilos musicales, revistas playboy totalmente explícitas, cuadros, etc). Gráficamente cumple bien y la banda sonora que nos acompañará es muy acorde y de nivel, con una buena selección de canciones de la época y unas cuantas compuestas para el título. Otro de los puntos fuertes del juego, sin duda.
Para acabar tenemos tres DLC diferentes que completan muy bien el juego y son realmente buenos en cuanto a mecánicas, duración y variación de las misiones: en "Faster Baby" nos desplazaremos a una zona dominada por el KKK y un Sheriff racista al que enfrentarnos; seguiremos con "Piedras sin remover", en el que ayudaremos a Donovan, nuestro compañero de la CIA, a acabar con una amenaza nuclear al más puro estiloRambo Lincoln Clay; acabando con "El signo de los tiempos" donde nos enfrentaremos a una secta del estilo Charles Manson.
Resumiendo: ¿vale la pena? El juego presenta sus cosas malas, como la repetitividad de las misiones y la cantidad de bugs que aparecen (el juego en su salida era prácticamente injugable, pero los parches actuales lo han corregido en gran medida; no obstante existen varios bugs aún, algunos incluso me han obligado a cargar de nuevo la partida), pero con todo esto el juego está bastante apañado, engancha y nos surte de muchas horas de juego, a las que si añadimos los DLC tenemos fácilmente otras 10 horas más. Si sumamos a esto su tiempo en el mercado y los golpes recibidos lo podemos encontrar a muy bajo precio (yo lo compré en su versión deluxe por 10€, en formato físico e incluía su pase de temporada), haciendo que sea una muy buena opción para pasar unas cuantas horas pegado al televisor.
Los enfrentamientos están especialmente cuidados y son de lo mejor del título |
Una vez hallamos tomado el distrito se los asignaremos a uno de nuestros lugartenientes. Tenemos tres, a quienes debemos cuidar según nos convenga: al asignar un distrito a uno u a otro nos dará diferentes ventajas (armas, apoyo, más dinero...) pero los otros dos se verán molestos si favorecemos mucho a uno sobre ellos (yo recomiendo seguir un orden para asignar distritos).
Como buen sandbox que se precie tenemos carreras con los diferentes modelos de coches existentes, ya sea por ciudad o campo, y los clásicos coleccionables (vinilos musicales, revistas playboy totalmente explícitas, cuadros, etc). Gráficamente cumple bien y la banda sonora que nos acompañará es muy acorde y de nivel, con una buena selección de canciones de la época y unas cuantas compuestas para el título. Otro de los puntos fuertes del juego, sin duda.
Para acabar tenemos tres DLC diferentes que completan muy bien el juego y son realmente buenos en cuanto a mecánicas, duración y variación de las misiones: en "Faster Baby" nos desplazaremos a una zona dominada por el KKK y un Sheriff racista al que enfrentarnos; seguiremos con "Piedras sin remover", en el que ayudaremos a Donovan, nuestro compañero de la CIA, a acabar con una amenaza nuclear al más puro estilo
Resumiendo: ¿vale la pena? El juego presenta sus cosas malas, como la repetitividad de las misiones y la cantidad de bugs que aparecen (el juego en su salida era prácticamente injugable, pero los parches actuales lo han corregido en gran medida; no obstante existen varios bugs aún, algunos incluso me han obligado a cargar de nuevo la partida), pero con todo esto el juego está bastante apañado, engancha y nos surte de muchas horas de juego, a las que si añadimos los DLC tenemos fácilmente otras 10 horas más. Si sumamos a esto su tiempo en el mercado y los golpes recibidos lo podemos encontrar a muy bajo precio (yo lo compré en su versión deluxe por 10€, en formato físico e incluía su pase de temporada), haciendo que sea una muy buena opción para pasar unas cuantas horas pegado al televisor.
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