Esta es
una pregunta que probablemente muchos aficionados a los videojuegos os hayáis
hecho alguna vez. Uno de los mantras repetido hasta la saciedad acerca de este
juego es que durante la partida vas aprendiendo, y que cada error lejos de ser
una catástrofe supone un paso adelante. ¿Pero en serio se diferencia tanto de
otros títulos? Repetir zonas o enfrentamientos hasta aprender la localización y
los movimientos de los malos es una constante en este mundillo, desde los
koopas del Super Mario a los enemigos de Undertale.
Poniéndonos filosóficos, podríamos decir que si bien hay personas capaces de aprender lecciones (por minúsculas que sean) de cualquier situación real o ficticia sin importar cómo de identificados se sientan con los protagonistas de la misma, la inmensa mayoría del mundo mundial requiere algo más. Por lo tanto, la respuesta evidente a la pregunta del título sería "Sí, pero sólo si estás dispuesto." Como con cualquier cosa.
Sin embargo parece que las obras de From Software son realmente envolventes en todos los sentidos imaginables, y es en ese momento en que te encuentras inmerso en algo cuando lo haces tuyo y lo incorporas a tu "experiencia cotidiana". Puede que en la vida real no tengamos que enfrentarnos a gigantes y dragones, pero después de hacerlo en la pequeña pantalla creemos que hemos podido aprender algunas lecciones importantes extrapolables a la vida real.
El mundo es injusto
Una de las
máximas que se puede escuchar de continuo cuando alguien habla de Dark Souls es
"es un juego difícil, pero justo". Esta frase, si bien puede
funcionar como breve resumen, resulta totalmente inexacta una vez que entramos en el
tema. No te dejes engañar: Dark Souls no es un juego justo.
Porque no, el hueco que está agachado detrás de una esquina y te da un garrotazo según pasas no estaba buscando una moneda que se le hubiera caído. El caballero negro colocado en una estrecha cornisa por la que tienes que pasar no estaba tomando el aire tranquilamente y decidió lanzarte unas flechas de quince quilos por casualidad. Y desde lueguísimo que los mímicos no son animales normales que mediante la única intervención de la selección natural han desarrollado una cabeza en forma de cofre y la inteligencia para ponerse en los recodos más indicados con el fin de capturar a sus presas
Porque no, el hueco que está agachado detrás de una esquina y te da un garrotazo según pasas no estaba buscando una moneda que se le hubiera caído. El caballero negro colocado en una estrecha cornisa por la que tienes que pasar no estaba tomando el aire tranquilamente y decidió lanzarte unas flechas de quince quilos por casualidad. Y desde lueguísimo que los mímicos no son animales normales que mediante la única intervención de la selección natural han desarrollado una cabeza en forma de cofre y la inteligencia para ponerse en los recodos más indicados con el fin de capturar a sus presas
No. Todas esas cosas y muchas más que encontramos en Dark Souls no pasan porque sí. Están ahí con el mero fin de fastidiarte. Te van a complicar la existencia sin más razón que el hecho de que pueden hacerlo.
Tus errores son tuyos y de nadie más
Supongamos
que te das cuenta de que hasta las piedras están contra ti y aún así decides
seguir hacia delante. Siento ser quien te lo diga, pero la vas a cagar. No te
lo tomes a mal, no es personal. Simplemente, es totalmente inevitable que al
encontrarte con una situación nueva (si es la quinta vez que juegas no tiene
tanto mérito) en la que surge una duda inmediata sobre si correr, rodar,
ir con todo o dar un gritito mientras dejas que te atraviesen de lado a lado.
Puede que alguna que otra vez aciertes, pero la mayoría te equivocarás. Creo
que es evidente que todo es culpa tuya. No nos olvidemos de quién tiene que darle
a los botones en el momento oportuno. Y eso por no hablar de todas las
veces que te dejas llevar por la emoción o la testosterona y te lanzas a lo
cafre, que ya te vale...
Pero también tus éxitos
Sin embargo, equivocarte mil veces no es malo por sí mismo. Al menos no lo es si sirven para que aprendas a hacer las cosas bien. ¿Recuerdas todas esas ocasiones en que te metiste en una pelea sin mirar alrededor y te encontraste rodeado por unos seres del inframundo que te dieron de palos hasta en el carné de identidad? Pues sí, todas y cada una de las veces fueron culpa tuya. Pero esa ocasión, la número mil uno, aquella en que fuiste pasito a pasito haciendo las cosas con buena letra y saliste victorioso; esa, también fue tuya. Enhorabuena.
Tampoco te emociones, eso ha sido chiripa
Ahora,
tampoco te creas que todo el monte es orégano. Vale que te sientas feliz y
radiante con tus logros, pero no es conveniente dejar que se te suban los
humos. Y no sólo por principios, que cada cual pone su listón de modestia donde
le da la gana, sino para evitar hacer el ridículo, principalmente. Como todo en
la vida, en Dark Souls siempre vas a
encontrarte con altas dosis de eventos azarosos. Hacer bien las cosas
suele reducir notablemente el daño que nos pueden causar estas tiradas de dados, pero hay que ser consciente de que en ocasiones el jefazo de turno está más
dormido de lo habitual o por pura potra se resbala con una piedra resbaladiza mientras
hace su ataque más potente, trastabilla con su propia ropa, y se cae balcón
para abajo dejándote una jugosa recompensa. Si crees que estaba planeado y que
te mereces esa victoria... prueba a repetirlo de nuevo, a ver si vuelves a
tener tanta suerte.
Una retirada a tiempo puede considerarse una
victoria
La
cobardía no suele estar demasiado bien vista por la sociedad, y los cobardes
son a menudo repudiados y humillados. Pero cuando uno está delante de una
pantalla sin nadie que pueda juzgar tu falta de escrúpulos, es normal que el
ser infame que tenemos dentro surja para llevarnos por el mal camino. Dejar que
un personaje muera brutalmente a manos de los más rastreros seres por nuestra
inacción es una actitud ruin que condenamos incluso en esos casos. Sin embargo
sólo podemos tener buenas palabras para quienes tras valorar sus escasas
posibilidades de éxito en una situación sin terceras personas implicadas
deciden no arriesgarse y huir a buen paso reservándose para futuras batallas en
las que tengan opciones reales de victoria. Los tiempos en los que uno daba su
vida por honor están muy bien para la ficción, pero en el siglo XXI debemos
confiar en el triunfo de la cordura y el buen juicio.
Hacer la croqueta no soluciona todos tus
problemas
Dar
vueltas sobre ti mismo no es la respuesta a todos tus contratiempos. De hecho,
dudo de que lo sea para ninguno, al menos en la vida real. Pero bueno, ya que
estamos hablando metafóricamente mediante ejemplos de Dark Souls, admitamos que
dar vueltas para esquivar golpes funciona. Pero a poco que hayas jugado,
resultará obvio que no siempre...
¿Quién no se ha visto violentamente bateado por un gigantón con un árbol entre las manos para caer por el acantilado más cercano por rodar en vez de cubrirse con el escudo o colarse entre las piernas como una vulgar rata? O por poner otro ejemplo en la misma línea ¿nunca has invocado a alguien para acabar con un jefe y has visto como la salud de este se multiplicaba considerablemente mientras que tu ayudante se dedicaba a dar vueltas sobre sí mismo como un pollo sin cabeza?
Sea cual sea el caso, no hay que ser radical: algunas veces hay que rodar, otras es mejor atacar. En ocasiones es mejor ir solo y otras tener apoyo. Tu estrategia puede ser buena, pero no va a funcionar siempre. Cada situación es diferente, así que adáptate lo mejor que puedas.
No te confíes
Eres un flipado de la vida y vas de chulito con tu escudo reluciente y tu arma recién sacada de la forja; crees que sabes la localización de cada piedra, el tiempo que hace los lunes a las 4 de la mañana en el pantano del torreón de Farron y dónde comprar una espada rota con descuento en almas. Si durante todo el tiempo que has jugado no te has vuelto cauto a base de muertes bien merecidas, no tardaras en aprenderlo. Dar una batalla por ganada antes de lucharla es lo peor que puedes hacer. Solo debes de tener una confianza ciega en una cosa: cualquier situación es susceptible de empeorar.
La paciencia es la madre de la ciencia
El estrés es malo para la salud. Tomarse las
cosas con filosofía e ir con calma suele ayudar a estar más feliz y disminuir
la ansiedad, lo cual desde a la larga nos permite tener una mayor esperanza de
vida. Incluso en Dark Souls, donde
pararse a examinar la situación evita dos de cada tres veces que algo te abra
la cabeza. Ir pasito a pasito suave suavesito resulta engorroso y pesado, pero
más desesperante es tener que repetir una y otra vez la misma zona por querer
ir a toda prisa en vez de detenerse unos segundos a pensar. ¡Disfruta! ¡Lo
divertido de este juego es precisamente eso, que no sea un camino de rosas! ¿O
acaso prefieres no tener que mover un dedo? Las cosas complicadas pueden
volverse entretenidillas si le das el enfoque adecuado.
La altura me da ventaja
Manejar
el terreno a tu favor es un principio básico de la guerra, recogido en manuales
de estrategia desde hace siglos por toda la galaxia. Vale, la mayoría de
humanos del mundo mundial jamás tendremos que decidir entre desplegar nuestros
ejércitos en una explanada o en un desfiladero, pero la cosa puede ser más
sutil.
¿Pegarte entre las estrechas vigas que cuelgan a medio kilómetro del suelo? No parece una idea muy feliz. Lleva la lucha a tu terreno. Atrae al enemigo a un recodo. Engáñalo para que el que se despeñe sea él. O evita el enfrentamiento y reserva fuerzas para el siguiente. Ahora extrapola situaciones, que tampoco te lo voy a dar todo hecho...
La moraleja es: No os esforcéis
"Os habéis esforzado. ¿Y para qué? Para hacer el ridículo". Pues sí, suele ser bastante habitual que esto ocurra y te quedes con cara de bobo y un palmo de narices. Sin embargo, me voy a permitir matizar un poquito. Puede que nunca llegues a alcanzar ese tesoro que buscabas, o que la recompensa tras conseguirlo sea una completa decepción. Pero como se suele decir, lo importante es el camino, así que parafraseando una historia que me encanta: "Nada se hace a cambio de nada, dijo el zorro de los sueños. Nada se pierde. Eres más sabia. Has tomado decisiones y ya no eres la zorra que eras ayer. Toma lo que has aprendido y sigue con tu vida".
"Os habéis esforzado. ¿Y para qué? Para hacer el ridículo". Pues sí, suele ser bastante habitual que esto ocurra y te quedes con cara de bobo y un palmo de narices. Sin embargo, me voy a permitir matizar un poquito. Puede que nunca llegues a alcanzar ese tesoro que buscabas, o que la recompensa tras conseguirlo sea una completa decepción. Pero como se suele decir, lo importante es el camino, así que parafraseando una historia que me encanta: "Nada se hace a cambio de nada, dijo el zorro de los sueños. Nada se pierde. Eres más sabia. Has tomado decisiones y ya no eres la zorra que eras ayer. Toma lo que has aprendido y sigue con tu vida".
Disfruta del paisaje
Dark Souls es un juego terrorifico. Todo lo que encuentras
a tu paso es terrible, amenazador, viscoso o lleno de aristas puntiagudas y
cuchillas afiladas. Cada casa da miedo. Cada árbol da miedo. Cada enemigo da
miedo. Menudo panorama.
Y sin embargo, siempre encuentras algo bueno por lo que merece la pena seguir avanzando. Un atardecer. La aurora boreal. Unos magníficos edificios. E incluso, reconozcámoslo, los enemigos tienen un puntillo guay de tan escabrosos que son.
Y sin embargo, siempre encuentras algo bueno por lo que merece la pena seguir avanzando. Un atardecer. La aurora boreal. Unos magníficos edificios. E incluso, reconozcámoslo, los enemigos tienen un puntillo guay de tan escabrosos que son.
Aprende a ver las cosas buenas incluso en el peor de los escenarios, y el viaje se te hará mucho más llevadero
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