Después de traeros el desembalaje (qué mal suena) de Xbox One X Project Scorpio, no podía dejaros sin el de su principal competidora, la PS4 Pro. También hice en su momento el de Nintendo Switch, que juega en otra liga, pero me he dado cuenta que no os lo he puesto por aquí, aún. En fin, que aquí viene otra entrega de vuestros odiados unboxings.
¿Cómo es que me hice con una PS4 Pro? Máxime si ya tenía una PS4 y no tengo, ni quiero, una tele 4K. Pues porque estas rebajas de navidad estaba razonablemente barata y me solucionaba el problema de dejar una consola en Salamanca y llevarme la otra a Madrid. Cosas de los traslados, ya sabéis.
Además, como añadido, me proporciona 1TB extra para no tener que borrar, de momento, juegos de la consola. Que sí, que sé que no pasa nada, y ya había planificado un disco duro externo, pero alguna excusa más había que tener. Hay un momento en el que deja de valer el que uno no tiene otros vicios.
Como podéis ver, y ya sabéis, la PS4 Pro es, simplemente, una PS4 con un piso más. Vale, ésta es una visión muy simplista, también cuenta con algo más de capacidad de procesamiento, pero la realidad es que sigue siendo incapaz de mantener 60 FPS en muchos juegos a 1080p, y que el 4K lo hace sobreescalando, así que hablar de una mejora se antoja un tanto... optimista.
Por lo demás no hay mucho más que decir, conexión igual de sencilla que todas las consolas modernas, cada vez con menos cables y manuales, con un embalaje sencillo y no muy bonito, pero que hay que conservar para las futuras generaciones.
La principal novedad en la interfaz es el coñazo que supone decidir en cada juego si queremos reescalado o mejora en la estabilidad y refresco. Bueno, y que supongo que los juegos ocuparán más instalados.
Y una cosa que no he entendido muy bien de la PSN es que te permite poner a descargar, desde el navegador, juegos a la PS3 y PS4, pero no te permite elegir a cuál de las consolas cuando tienes dos de la misma (problemas del primer mundo, supongo).
Yo, como he dejado de "principal" la de Salamanca, para que así el resto de perfiles puedan acceder a los juegos instalados en ella, no puedo mandar desde el curro que se vayan bajando los juegos que me interese tener listos al llegar a casa. Pero bueno, tampoco es mucho problema.
Ahora que ya voy montando un poco más la cueva gamer creo que podré retomar los análisis y demás artículos que os puedan resultar interesantes... si el Internet lo permite, claro está. Pero eso ya son movidas de otra índole.
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