Hace tiempo que tenía pendiente este análisis, que convierto en una referencia constante cada vez que tengo que hablar de juegos basados en toma de decisiones (dichoso Telltale). Por si en un futuro próximo nos tocara meternos también en materia con Detroit: Become Human, mejor lo dejamos aquí preparado y nos curamos en salud.
The Stanley Parable es uno de esos juegos que conviene empezar sabiendo poco de él. Sin embargo, también es muy difícil hacer spoilers. Básicamente, es una obra que pretende hacernos conscientes de un aspecto esencial de los videojuegos: todo está predestinado.
Encarnamos a Stanley, un hombre que trabaja apretando botones en una computadora. La historia comienza en ese despacho, mientras un narrador nos va detallando los extraños hechos que ocurren y los pasos que va dando Stanley… o no.
Cuando se nos dice que Stanley fue por el camino de la izquierda, podemos ir por el camino de la izquierda. O por el de la derecha. O volver hacia atrás. O quedarnos mirando los pasillos. Como jugadores, tenemos libertad para elegir qué hacer, pero pronto descubrimos que esa libertad no es tal.
Evidentemente, hagamos lo que hagamos, todo está diseñado para poder hacerse así. Volver loco al juego, vivir una aventura, o incluso seguir la historia tal cual se nos narra (¡qué locura!). Hay más de 20 finales alternativos, que nos llevará tan sólo unos minutos completar, lo que hace realmente divertido jugarlo una vez tras otra y tomar cada vez una decisión distinta.
Hay además varias cosas que apoyan el jugarlo decenas de veces. Por ejemplo, muchos elementos cambian cuando reiniciamos la partida varias veces, desde diálogos a elementos estéticos. No queda sólo en curiosidad, ojo, muchos aportan interesantes historias (recomiendo leer sobre ellas una vez jugado).
Por último, creo que no puedo terminar este análisis sin hacer referencia al narrador, que tal vez sea el verdadero protagonista aquí. Recuerda en muchos aspectos a la mejor versión de GLaDOS, lo cual ya dice casi todo lo que se puede decir de él. Sólo lo escucharemos, pero su voz, mezclada con la banda sonora, es una parte esencial del juego que consigue aportarle el toque humorístico que tan bien sienta a este tipo de obras.
En conclusión, The Stanley Parable es una aventura completamente recomendable para, en mi opinión, todo amante de los videojuegos. Cierto que no gustará a todo el mundo, pero la cantidad de detalles, guiños y giros que incluye (La Línea de la Aventura™, qué maravilla) no son detalles menores. Es una obra para jugar, pero sobre todo, para entender y reflexionar sobre los videojuegos.
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