Desde hace casi 10 años, cada vez que viajo, mi PSP me acompaña. Muchas horas de juego durante vacaciones o viajes me ha dado, y así pretendo que siga siendo, al menos, hasta que me anime a adquirir una Nintendo Switch. Esta vez el juego elegido tras el raro Chili con Carnage del año pasado ha sido Killzone Liberation, la entrega de la saga de Guerrilla Games para portátiles de Sony, a la cual acompañaría Killzone Mercenary para PlayStation Vita con posterioridad. El juego salió en el año 2006 y, en su momento, era lo más potente de todo el catálogo de PSP.
Killzone Liberation continúa donde acabó el primer Killzone, narrando los sucesos posteriores de la guerra en Vekta hasta llegar a la invasión de Helghan en Killzone 2. Volveremos a encarnar a Jan Templar, el héroe del primer título, en una nueva misión: infiltrarse tras las líneas enemigas y salvar a los rehenes capturados por el sádico Armin Metrac, el nuevo general de los ejércitos Helghast puesto al mando por Scolar Visari.
La historia de Killzone Liberation funciona como un mero conductor de la acción del título, no destacando para nada y siendo correcta. Se desarrolla a través de 4 capítulos con 4 misiones cada uno, además de un quinto capítulo descargable. Lo verdaderamente interesante de este título es su jugabilidad, muy cuidada al igual que ya pasara en el Killzone original, siendo un portento para la época. Deja atrás la vista en primera persona de los shooter para dar una perspectiva en tercera persona con cámara ligeramente elevada.
En muchas partes del título iremos solos, pero en otros contaremos con algún compañero, como el Sargento Rico, a los cuales podremos posicionar, ordenar atacar o flanquear a los enemigos, contando con un componente táctico muy interesante. A ello hay que sumar unos escenarios muy detallados con gran cantidad de posibilidades para llevar a cabo la acción que van cambiando su ambientación a lo largo de los capítulos, desde la ciudad de Vekta pasando por los bosques del planeta o llegando a las montañas nevadas. A esto hay que sumar el uso de vehículos en determinadas zonas, como un aerodeslizador o un tanque Helghast.
En cuanto a las armas, hay gran cantidad para elegir, desde el clásico fusil de asalto de la ISA M-82G, pasando por el fusil Helghast StA-52 LAR, un revolver M3 o una ballesta explosiva. En total 8 armas a elegir de forma inicial a las que sumar una ametralladora de combate Helghast o el traje de vuelo (que vimos posteriormente en Killzone 3) y un buen puñado de explosivos.
Pero el juego no se limita únicamente a un modo campaña. Tras completar cada capítulo desbloquearemos una serie de desafíos. Estos ofrecerán pruebas de puntería, derribar objetivos, entrenamiento con armas… que darán puntos para obtener equipo para la campaña. Una campaña que también se puede disfrutar, de principio a fin, en modo de juego cooperativo para dos jugadores. Y, además, un multijugador para hasta 6 jugadores donde enfrentarnos en 4 modos de juego en 5 escenarios.
En conclusión, Killzone Liberation es uno de los mejores juegos del catálogo PSP. Un auténtico monstruo jugable para la época, con variedad de modos de juego que disfrutar y al que merece la pena dar una oportunidad, sobre todo si te gusta la saga de Guerrilla. Y no vamos a mentirnos a estas alturas: tenéis una PSP trucada, podéis probarlo gratis y juzgar por vosotros mismos.
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